Vitoria. La plantilla del Deportivo Alavés se encuentra a la espera de saber qué va a pasar definitivamente con el anuncio de huelga realizo por la Asociación de Futbolistas Españoles en los últimos días, una opción de paro que está fijada para el fin de semana del 17 y 18 de abril y que, en caso de llevarse a cabo, afectaría al compromiso que el cuadro albiazul tiene que disputar en Ponferrada en dichas fechas.
La posibilidad de que se produzca el anunciado paro se contempla con excepticismo en el seno del vestuario alavesista. La mayoría de los futbolistas ya han pasado en anteriores ocasiones por situaciones similares y nunca se ha llegado a concretar la huelga. La variante, en este caso, puede llegar a través del cambio que en fechas recientes se ha llevado a cabo en una directiva de la AFE que ha asumido su puesto con ganas de poner definitivo punto final al grave problema de impagos que vive el mundo del fútbol, sobre todo en Segunda B y Tercera División.
En este sentido, Iker Guereñu se refirió ayer a la necesidad de que los futbolistas se movilicen para evitar que se sigan cometiendo irregularidades en el fútbol estatal: "No se ha hablado todavía de ese tema, pero la situación es alarmante porque hay mucho impago en los clubes, sobre todo de Segunda División B y Tercera. No veo mal la huelga y lo que tengo claro es que hay que hacer algo inmediatamente si no queremos que esto se venga abajo de manera definitiva".