Vitoria. Una lesión le apartó de la titularidad en la visita a Sestao y una dolencia de un compañero, Igor Cuesta, contra ese mismo rival le ha devuelto los galones dentro del Alavés. Iker Guereñu no quiere desaprovechar la oportunidad que ahora se le presenta y asegura trabajo duro para no desmerecer en el puesto. "Cuando uno entrena y no juega lo hace muy fuerte porque la oportunidad puede llegar en cualquier momento y ahora me encuentro con muchas ganas de jugar y contra el Sestao me encontré bien. Al principio me noté frío porque salí casi sin calentar y me costó un poco, pero creo que entré bastante rápido en el partido", señaló ayer el defensa vitoriano.

La racha de cuatro victorias consecutivas y el regreso a los puestos de play off han servido para que el equipo recobre parte de la confianza perdida y ahora el vestuario albiazul ha visto incrementadas sus posibilidades de éxito, empezando por el duelo de este próximo domingo contra el Mirandés.

"Este partido nos llega en la mejor situación y en la mejor posición que hemos tenido desde el principio de la temporada. Anímicamente el equipo está muy bien, las cosas están saliendo y, aunque en los últimos partidos nos cuesta crear ocasiones, con la dinámica que tenemos podemos ganar en cualquier sitio. Lo importante es no bajar los brazos hasta el final porque hemos demostrado que siempre se pueden conseguir los tres puntos", indicó a la vez que restó importancia a los problemas para marcar en los últimos partidos.

Pero, pese a esta euforia desatada por los buenos resultados, Iker Guereñu es de los que prefiere mantener los pies sobre el suelo y se fija en el Pontevedra antes que en el Eibar: "El objetivo es entrar en play off y, si es segundos, mejor. Pese a ello, hay que ser cautos y lo primero que tenemos que hacer es distanciarnos del quinto para asegurarnos la posición".