Vitoria. "Aquí no pone nada nadie". Cinco palabras que sirven para expresar el sentimiento de un Fernando Ortiz de Zárate que durante la junta ordinaria de accionistas celebrada ayer mostró su profunda decepción por cómo ha transcurrido la ampliación de capital del club hasta la fecha. Los números son abrumadores y han servido para echar por tierra todas las esperanzas que el actual accionista mayoritario de la entidad había depositado en un proceso que le ha generado una gran decepción por la escasa repercusión social que ha generado. Ahora, el actual presidente espera cerrar la próxima semana el acuerdo con la familia Ruiz de Gauna para completar la ampliación de capital y conseguir la liquidez necesaria para afrontar los pagos que la entidad tiene en un horizonte inmediato.
Hasta el día de ayer, sólo 922 personas habían adquirido un total de 4.728 acciones, lo que supone un ingreso de 284.152,8 euros, cifras muy lejanas a los 3,2 millones que se deben cubrir para sanear las arcas del club.
Tras ser acusado por parte de algunos pequeños accionistas de no haber publicitado en exceso la campaña de ampliación y también de que su figura no transmite ninguna confianza a los posibles inversores, Ortiz de Zárate se justificó diciendo que la compra es "una cuestión de sentimiento y cada uno tiene que hacer su aportación. Podemos poner carteles, megafonía o lo que queramos, pero el que quiere venir a comprar, viene". El presidente también declaró sentirse "triste" porque esperaba una mayor implicación "de los jóvenes y de los accionistas", por lo que el hecho de que sólo 922 personas hayan comprado le parece "sospechoso".
"Creo que lo hemos movido, dentro de nuestras limitaciones económicas, pero el tema no va por ahí. Aquí somos como somos y vamos a unas cosas y a otras, no. Hay un sector que ha respondido, pero otros vienen los domingos a ver los partidos y, aunque apoya al equipo, no está tan involucrado como otros, que tienen un sentimiento diferente en su aportación al club", señaló el máximo accionista albiazul.
En esta tesitura, tendrá que ser el apoyo de un grupo externo el que ayude al Deportivo Alavés a superar uno de los pasajes de su historia más peliagudos. En este sentido, los contactos con la familia Ruiz de Gauna están muy avanzados -Guillermo Asarta se encuentra ahora en segundo plano y existen muchas dudas de que finalmente entre en la ampliación- y Ortiz de Zárate espera cerrar la próxima semana el acuerdo definitivo para compartir el paquete accionarial mayoritario del Alavés.
"La semana que viene vamos a ver si podemos llegar a un acuerdo y creo que van a pasar a formar parte del paquete accionarial del club y vamos a ir los dos de la mano. Hace falta liquidez y las dos partes tenemos que aportar dinero para conseguir una estabilidad económica. Veremos si es a tres bandas o a dos, pero estoy seguro de que al final va a haber acuerdo", se felicitó el presidente albiazul.
a la tercera, la vencida En el horizonte albiazul parece volver a verse un rayo de sol después de mucho tiempo de negros nubarrones, ya que, como reconoce el propio accionista mayoritario, la llegada de nuevos inversores permitirá al club conseguir el remanente necesario para hacer frente a los pagos que tiene pendientes, por lo que la supervivencia está ya prácticamente asegurada.
"Si entra capital no hay riesgo de disolución, así que si el acuerdo con Ruiz de Gauna se lleva adelante el club funcionará. Es la opción que más clara veo y quiero ir de la mano con él para que el club lo controle gente de Vitoria", señaló Ortiz de Zárate antes de asegurar que, si finalmente la operación no cuaja "de una forma u otra podríamos ir tirando, aunque llevamos encima mucho desgaste".
Pero, pese a reconocerse capacitado para seguir capitaneando la nave en solitario, el actual presidente considera que ha llegado el momento de repartir responsabilidades en el control del club para intentar reconducir la situación de manera definitiva: "Hemos tenido dos intentonas y creo que a la tercera va a ir la vencida, llegaremos a un acuerdo y vamos a ir de la mano para que el club siga en mano de gente de Vitoria para que no vuelva a pasar lo que ocurrió anteriormente".
Esta importante ayuda económica será la que asegure el futuro del club y le permita solventar los pagos a los que va a tener que hacer frente casi de inmediato, aunque Ortiz de Zárate cree que la entrada de nuevos socios otorgará la deseada estabilidad. "Esto es como ir pasando olas y vamos poco a poco. Esto tiene que servir para que el domingo el equipo compita en Pontevedra y también la semana que viene y que el Alavés siga muchos años más. Hay que parchear hasta que llegue un momento de normalidad y se pueda trabajar mejor", concluyó.