Vitoria. Sin medias tintas. Con contundencia. De la misma forma que se emplea en el terreno de juego, Castells se expresa ante los micrófonos de la prensa. El central valenciano habla claro. A su juicio, la exigencia debe ser máxima. "Yo he venido al Alavés para tener presión", explica. El ex jugador del Poli Ejido asume esa tensión en torno al equipo en el hecho de que el conjunto babazorro "es un grande".
"Es el realismo del fútbol y de los grandes y yo he venido a un grande", añade al respecto. No se esconde. Castells es consciente de que "en Segunda B, el Alavés tiene que tener presión por todo" ya que, en su opinión, el conjunto albiazul tiene que estar siempre "arriba".
Por eso, en su opinión no valen excusas de que el equipo no rinde y está atenazado por las circunstancias y tampoco cree que la exigencia sea excesiva. Es más, debe ser así. "La presión va con los equipos grandes", incide una y otra vez.
Es ambicioso. Cristian Castells tiene muy claro que este Alavés siempre tiene que ir a por todas. Buena prueba de ello es que para los dos partidos de Liga que restan antes del parón navideño, el defensa babazorro se ha marcado como objetivo sumar los seis puntos. "Es imprescindible ganar al Montañeros y al Celta B", asegura. El objetivo de este pleno de victorias no es otro que llegar a Navidad "dentro de los puestos de play off" para una vez de vuelta de las vacaciones "buscar los puestos de cabeza".
De todos modos, el jugador levantino es consciente de que no será sencillo sumar estos dos triunfos. Para empezar porque este domingo se van a encontrar con la revelación de la Liga. "Es un equipo que juega al fútbol, sin presión y que se ha metido ahí arriba cuando estaba aspirando a otra cosa", significó. Además, Castells destacó el "desparpajo" de los futbolistas del conjunto gallego.
"MISTER" FUERTE Y ARROPADO Por ello, advierte de que el Alavés tendrá que ir a La Coruña "con todos los sentidos" y salir "a muerte" para sumar tres puntos que "darían alas" a un Alavés que en estos momentos necesita un pequeño empujón anímico.
Al menos, tal y como desvela Castells, en el Alavés todos van a una por lograr el objetivo y salir de este bache. Hay unidad y compromiso. El jugador albiazul confirmó la comunión que existe en el vestuario con un técnico al que, pese a las turbulencias del entorno, no ha visto flaquear en ningún momento. "Al mister siempre le he visto fuerte y además está arropado por nosotros".
Por otro lado, el defensa aseguró que está en condiciones de jugar el domingo los 90 minutos ante el Montañeros. Castells reconoció que no esperaba lo que le pasó el domingo ante la Ponferradina y en su opinión las molestias que le obligaron a pedir el cambio quizá se debieron "a la tensión del partido", ya que estaba plenamente recuperado y se retiró "por miedo" a romperse de nuevo. Eso sí, quiso dejar bien claro que Pereira no le forzó a jugar y que todo fue decisión suya.
Ahora, ya se encuentra "mejor". De hecho, ayer trabajo aparte a mayor intensidad que sus compañeros, con el objetivo de poder ser de la partida en Riazor. Quien todavía está en duda es Óscar Martínez. El delantero se ejercitó ayer de nuevo al margen y su concurso está en duda. El gallego se limitó a correr junto al grupo en el tramo final de la sesión, pero no tocó balón durante toda la mañana.