Vitoria. ¿Cómo se siente un futbolista cuando logra el gol de la victoria en el minuto 93?
Fue increíble. Me salió un partido bastante bueno en general, muy luchado, y además meter el gol que dio tres puntos al equipo fue una sensación genial.
Lo celebró con rabia, como quien expulsa toda la tensión contenida.
Es cierto que lo celebré con mucha rabia, porque llevaba ya dos o tres semanas sin entrar en el equipo. Pero he estado muy tranquilo porque sabía que estaba entrenando bien y mi situación se debía sólo a decisiones técnicas.
Durante la semana parecía que iba a ser titular pero finalmente entró Guereñu. ¿Habló con Pereira?
No. No hablé con él porque no tengo por qué pedir explicaciones cuando no juego, como tampoco las he pedido cuando lo hago. Se había hablado que si jugábamos con tres mediocentros tenía más posibilidades, pero al final optó por Iker y con la desgracia de su lesión pude jugar.
¿Fue un triunfo de esos balsámicos, después de los problemas que acumula el equipo fuera de casa?
Te puedo decir que ha sido una victoria muy importante. Llevábamos partidos fuera como el de Barakaldo y Ferrol en los que no ganábamos, y quizá el resto de los equipos nos estaban empezando a tomar menos en serio.
¿Se siente ahora más importante dentro del equipo que antes o piensa que este gol, aunque importante, puede quedar en nada?
Está claro que cuando juegas te sientes más importante. Estas tres semanas en las que me quedé fuera estaba muy jodido. No sabía por qué me había quitado, porque cuando jugué yo estaba muy contento con el trabajo realizado. El gol ayuda a sentirte importante, aunque dentro del vestuario todos nos tratamos muy bien juguemos más o menos.
¿Es duro quedarse en la grada o en el banquillo?
Inconscientemente hay días que te sientes solo, apartado, porque ves que no estás contando con los minutos que quisieras y al fín y al cabo eso es lo importante. Pero, para mí, el partido contra el Sestao ha sido un punto de inflexión. No sólo estoy contento con el gol, sino sobre todo con el partido que jugué.
¿Le felicitó Pereira tras el partido?
No. No hemos hablado. Por ahora sólo hemos visto el vídeo del partido para corregir errores. Cuando se gana también hay que corregirlos.
¿Esperaban ser líderes a estas alturas de la temporada?
Desde el principio sabíamos que de los cuatro primeros no podíamos bajar, pero nos hemos encontrado con un Eibar que no falla y nosotros en cambio sí. A lo mejor estamos todavía engrasando piezas, con mucha gente nueva, y nos estamos conociendo poco a poco. Pero vamos cogiendo solidez y con el paso de los partidos se nos ve mejor.
¿Vería con buenos ojos que el equipo se reforzara en el mercado de invierno con algún fichaje o los que están se bastan?
Todo lo que sea mejorar será bienvenido, pero creo que el equipo está muy bien cubierto en todas las líneas, tanto arriba como en la defensa. Eso es cosa del director deportivo y del mister, y si creen conveniente que haya algunas incorporaciones... perfecto.
El domingo toca recibir al Mirandés en un partido muy esperado por ambas aficiones. ¿Le ha dado tiempo a darse cuenta de la rivalidad?
Ya me han dicho que hay una gran confrontación entre las dos hinchadas, y sé que en Miranda llevan ya dos semanas hablando sólo del día del partido contra nosotros. Por nuestra parte vamos a afrontarlo como una final, porque de aquí a Navidad los cuatro o cinco partidos que nos quedan tenemos que ganarlos todos para irnos de vacaciones con los deberes hechos.
¿Qué tal lleva un jugador técnico como usted el juego que se destila en esta categoría?
Creo que todos estamos más a gusto en Mendizorroza, pero en esos campos como el del Sestao del otro día nos jugamos sacar 12 o 15 puntos que son los que al final de la temporada nos van a hacer estar arriba.
Ahora que ha recuperado el ánimo, ¿sería un golpe mayor quedarse fuera del equipo el domingo?
Puf, no sé si ahora lo asimilaría aún peor que antes. De la misma forma sí, seguro. En realidad creo que estaría jodido, pero con la conciencia tranquila de haber entrenado bien, contento y a gusto con mi trabajo.
¿Está el vestuario al tanto del crucial momento que vive el club con la ampliación de capital?
Estamos un poco al margen. Es una cosa del presi y la directiva y al equipo no le afecta mucho. Yo, personalmente, tampoco estoy muy enterado de todo eso de los accionistas.
Después de trece jornadas de competición. ¿Responde Javier Pereira al perfil de entrenador que usted se había creado?
Bueno, desde el principio de temporada nos dijo que quería jugar el balón. Ésa era su filosofía, pero a veces hay que ser inteligente y en campos como el del Sestao no se puede jugar como se quiere.