La Hacienda alavesa registra más de dos millones de trámites digitales en menos de un año

Es incluso hasta probable que esté leyendo este artículo de DNA a través de la pantalla del teléfono móvil. Los dispositivos digitales se han convertido en parte de la actividad diaria de cualquier persona. Pagar el pan, compartir entre los amigos un décimo para el próximo sorteo de El Niño, reservar una mesa en un restaurante, adquirir un billete para el autobús... en realidad, casi cualquier cosa que pueda imaginar se puede hacer de manera online. Es más, hay ocasiones en las que no queda más remedio. Los nuevos tiempos marcan formas distintas de relacionarse, con sus puntos a favor y su lado no tan beneficioso, que de todo hay. 

En esta conexión con las nuevas tecnologías y el uso de recursos digitales también entra en juego, por supuesto, la relación de los diferentes sectores de la ciudadanía con sus instituciones. Desde pedir un volante del padrón hasta inscribirse en actividades pasando por el acceso a subvenciones o por la presentación de documentación para una contrata pública, el abanico de posibilidades de contacto con, por ejemplo, un ayuntamiento es muy amplio. Cada vez más, de hecho.

Tres cuartas partes de lo mismo se puede decir en el caso de una administración como la Diputación Foral de Álava. Poder solicitar una ayuda o tramitar una autorización, acceder al Registro Electrónico Común, dar pasos en la implantación de nuevas construcciones agrarias... el listado de posibilidades es muy largo. De hecho, se pueden hacer más de 950 actuaciones con los diferentes áreas de la institución que guía el camino del territorio.

En esta relación digital con la administración alavesa, y con mucha diferencia, el departamento que más tráfico tiene en su conexión con empresas, entidades, empresas y otras instituciones es el de Hacienda, Finanzas y Presupuestos. De hecho, el área dirigida por Itziar Gonzalo de Zuazo ha registrado entre enero y noviembre de este mismo año un total de 2.145.842 actuaciones llevadas a cabo de manera online.

Un tráfico superior

Hay que tener en cuenta, a pesar de estos datos tan elevados, quela Hacienda alavesa mantiene la presencialidad para todas las actuaciones que hay que realizar con la entidad, más allá de que existan algunas acciones que tienen que ver con determinadas empresas que, por ley, solo se pueden hacer de manera digital. Pero más allá de esta cuestión, la Diputación alavesa trabaja para que no haya posibilidad de que exista la más mínima brecha digital.

Con todo, los datos referidos al uso que hacen los diferentes sectores de la ciudadanía alavesa de las herramientas digitales con los que cuenta el departamento de Hacienda son más que significativos. De esas más de dos millones de actuaciones tramitadas, más de la mitad tienen que ver con la gestión del IRPF, algo más que lógico, por otra parte. 

Eso sí, también es posible llevar a cabo otras muchas acciones, incluso relacionadas con ese tronco común. Así muchas de estas interacciones digitales tienen que ver, por ejemplo, con la solicitud y gestión de certificados con respecto a, entre otros casos, si está al corriente de pagos... sin olvidar todo aquello que tiene que ver con el modelo censal (altas, bajas, modificaciones) o con el IVA. Son solo algunos de los pasos que se pueden dar a través de la sede electrónica la Diputación Foral de Álava (https://egoitza.araba.eus/es/).

Esta herramienta es la puerta de acceso para empresas y particulares a todos aquellos servicios que la institución pone a su disposición a través de Internet. Puede utilizarse las 24 horas del día, 365 días al año desde cualquier lugar. Además, garantiza la máxima seguridad y confidencialidad de las operaciones realizadas mediante el uso de certificados electrónicos y conexiones seguras.

Los trámites realizados a través de esta sede electrónica tienen la misma validez que si se hubieran realizado de manera presencial, como recuerdan desde la institución foral. Su objetivo principal es reducir el tiempo y el esfuerzo necesarios para realizar gestiones con la Diputación aumentando la transparencia y la eficacia de la administración.

La seguridas, el elemento esencial

El hecho de que en los últimos años, la relación online con administraciones, empresas, colectivos, entidades y otras personas haya aumentado de manera considerable también tiene su lado no tan positivo. El delito siempre encuentra su camino y en el caso del mundo digital, también. Solo un dato: en 2025, los ciberataques han aumentado un 35 % y actualmente superan los 45.000 diarios, según datos de Open Security. Por eso, cuando una institución como la Diputación Foral de Álava desarrolla su actividad online, sea tanto de manera interna como externa, la seguridad es el elemento fundamental, sobre todo teniendo en cuenta la cantidad de datos de diversa índole que se manejan.

Aquí el Centro de Cálculo de Álava (CCASA) se convierte en el elemento esencial para que todo vaya como debiera. Como explican desde la institución foral, las administraciones públicas son uno de los blancos preferidos por la ciberdelincuencia y, por esta razón, es fundamental establecer protocolos y medidas de seguridad que aseguren el buen funcionamiento de sus respectivas sedes electrónicas y, con ello, la protección de los datos personales de la ciudadanía y empresas.

Es ahí donde CCASA entra en juego. Es el organismo público que gestiona y protege la infraestructura digital de la Diputación y garantiza la seguridad, eficiencia y continuidad de sus servicios online, y arbitra las medidas necesarias para prevenir y hacer frente a eventuales ciberataques. Además, trabaja en asegurar el funcionamiento de la sede electrónica en caso de que haya incidencias de tipo técnico.

Prevención, vigilancia y mejora

Para ello, se aplica el Esquema Nacional de Seguridad. Este se basa en la prevención, la vigilancia continua y la mejora constante a través de una estrategia sustentada en un principio clave: no basta con reaccionar ante un problema o incidencia; hay que anticiparse. 

Para ello se establecen determinadas medidas como la vigilancia constante de los sistemas, para lo que se utilizan herramientas alimentadas con inteligencia artificial. Estos agentes detectan comportamientos anómalos, como los que suelen preceder a un ciberataque.

Otra pieza clave son las políticas de protección de datos y de continuidad del servicio. Incluso si se produce un incidente técnico o un intento de intrusión, los servicios más críticos, tales como el acceso a prestaciones sociales, los trámites fiscales y otras gestiones administrativas, pueden seguir funcionando sin interrupciones graves. Además, se trabaja en la formación continua del personal público para que sepa cómo identificar amenazas, gestionar la información de forma segura y prevenir errores.