Álava cuenta con una gran red de pequeños comercios de diferentes ámbitos que mantienen la economía a flote. Aun así, es innegable que en los últimos años la situación se ha complicado y hay más dificultades a las que hacer frente. Partiendo de la base de que montar un negocio desde cero siempre es complejo, en estos momentos hay cargas añadidas.

Asimismo, la sociedad se encuentra en la era más digitalizada del momento, algo que también tiene que estar presente en el proyecto y que supone una gran inversión. 

Digitalización

Con ello en mente desde el Ayuntamiento de Vitoria llevan varios años ofreciendo las ‘Ayudas a la Implantación, Modernización y Transformación Digital de la Pequeña Empresa de Comercio, Servicios Personales y Hostelería’. En total en 2025 fueron 85 las solicitudes a las que se les concede esta ayuda, una de esas pequeñas empresas fue el Centro Auditivo Rebeca Ayala.

Está ubicado en la calle Independencia número 20 y se dedican a la venta y adaptación de audífonos, ofrecen un estudio audiológico completo, atención personalizada y revisiones gratuitas. La dueña del negocio, Rebeca Ayala, supo de esta ayuda gracias a la Cámara de Comercio y al Ayuntamiento. Aprovecho esta gran oportunidad y decidió probar suerte.

Proceso complejo

Ella misma asegura que fue un proceso “complejo” en el que había que preparar toda la documentación requerida, pero indica que “con el asesoramiento y ayuda de las personas encargadas de la subvención en el ayuntamiento se hizo mucho más fácil”. Tras seguir los diferentes pasos le notificaron a través de un email que había obtenido la ayuda.

El total del dinero fue destinado a una sala de entornos sonoros para mejorar la adaptación de los audífonos a los pacientes. Se trata de un equipo referente en tecnología y personalización del tratamiento auditivo. Es un sistema de sonido multicanal  que se encarga de recrear un espacio sonoro real, es decir, simula una situación de la vida cotidiana con los sonidos precisos para que la persona que lleve el audífono pueda acostumbrarse.

Asimismo, este equipo permite a Ayala mejorar la experiencia de sus clientes y ofrecerles un servicio de más calidad. “Esta ayuda es un pequeño balón de oxígeno que nos ayuda a los pequeños comercios para que podamos seguir adelante con nuestros proyectos”, expresa.