La villa medieval de Artziniega va a ver recuperar esta semana las visitas a su tercer museo: el sacro, situado en las antiguas caballerizas del Santuario de Nuestra Señora de La Encina donde, desde 1984 hasta 2003, se asentó el famoso Museo Etnográfico local, antes de trasladarse a su actual sede en el antaño colegio de las Madres Vedrunas (Hijas de la Caridad), ubicado a poca distancia del citado templo.
Así lo ha dado a conocer el propio alcalde, Joseba Vivanco, tras la visita que llevó a cabo, a finales de marzo, la Asociación de Amigos de la Encina (creada en 1998, con motivo del quinto centenario de la construcción del actual edificio del Santuario) a esta joya patrimonial y religiosa local y su entorno, haciendo especial hincapié en el Museo Sacro.
"Difícil explicar con palabras la historia, riqueza y singularidad que encierra nuestro Santuario, mejor visitarlo y disfrutarlo. Un tesoro más del rico y variado patrimonio cultural y artístico que atesora Artziniega”
Y es que, aunque este espacio museístico se inauguró en 2008, ha estado un tiempo cerrado con motivo de trabajos de renovación pero “reabrirá sus puertas esta Semana Santa, esperando sorprender al visitante. Difícil explicar con palabras la historia, riqueza y singularidad que encierra nuestro Santuario, mejor visitarlo y disfrutarlo. Un tesoro más del rico y variado patrimonio cultural y artístico que atesora Artziniega”, ha instado el regidor.
600 piezas
En concreto, este museo alberga en su interior casi 600 objetos religiosos entre los que se pueden admirar obras de gran valor eclesiástico, tales como estatuas, libros, cálices de 1605 y 1614, una gran variedad de candelabros de todos los tamaños y formas, la maquinaria del antiguo reloj del Santuario (1884), exvotos, diferentes rosarios, objetos de las antiguas ermitas de Artziniega, cuadros, e incluso, un altar rescatado de la Iglesia de Santo Tomás de Mendieta.
El 97% de los fondos procede de la parroquia de Nuestra Señora de la Asunción y del propio Santuario, pero también hay piezas recuperadas de los concejos y donaciones de particulares que muestran la religiosidad popular
Muchas de las piezas han sido rescatadas del polvo y el olvido de sótanos y sacristías. Algunas de ellas son originales y únicas, como un plato de origen alemán del siglo XVII que se utilizaba para pedir ayuda económica. Los fondos de este Museo proceden en su gran mayoría (97%) de la parroquia local de Nuestra Señora de la Asunción y del propio Santurario de la Encina, pero también se encuentran en él piezas recuperadas de los concejos, tales como algunos vasos sagrados y la cruz de la parroquia de Santa Coloma, dos tablas de madera con San Pedro y San Pablo en relieve de un retablo de Campijo, o la custodia y estuche porta-viático de Retes de Tudela. Asimismo, en sus fondos también hay piezas de donaciones desinteresadas de particulares como son rosarios, cuadros, catecismos o devocionarios, muestras de la religiosidad popular.