La villa ayalesa de Amurrio ha disfrutado hoy de la trigésima edición del Artzain Eguna. No en vano, la lluvia ha dado una tregua en la franja matinal de la cita pastoril, que ha transcurrido bajo una agradable temperatura que ha animado al público a salir de casa, aunque por la tarde la cosa se ha truncado.
Con todo, la práctica totalidad del programa ha podido llevarse adelante, y Amurrio ha podido rendir homenaje al ancestral oficio del pastoreo, gracias al cual se mantienen limpios nuestros montes, en la figura de cuatro pastores que lucieron radiantes. Se trata de Mila Iturriaga y José Miguel Iturrate, del concejo de Jugo en Zuia (Gorbeialdea); de Vitoriano Gochi Menoyo, del pueblo de Olabezar en la propia Ayala; y de Félix Etxazarreta, que ha llegado desde Gordoa (Asparrena), en representación de los pastores de la Sierra de Narvaja.
Y es que si hay algo a lo que están acostumbradas las personas dedicadas a esta actividad es a mantener el tipo en las cumbres, cuidando de su ganado, brille el sol, llueva o nieve. Su llegada ha sido recibida con txalaparta y un aurresku, en torno a las 11.30 horas, y todos ellos han sido obsequiados con txapelas, pañuelos y makilas, además de con una exhibición de danzas vascas de la mano de Aiara Dantza Taldea, tras toda una vida dedicada a este ancestral oficio.
Y a donde van los pastores llevan sus ovejas. De hecho, el público ha podido disfrutar hoy –en el parque Juan Urrutia– de en torno a 180 ejemplares de ovino de raza latxa de alta calidad, entre las que tampoco han faltado dos corrales de sasi ardi u oveja de zarzal, que ha acercado Teresa Andrés Ponga, desde Karkamu.
Una especie, de menor tamaño que la latxa y, desde 1997, incluida en el Catálogo de Razas de Ganado de España, concretamente en el Grupo de Razas Autóctonas de Protección Especial, "porque es un tesoro genético”, y que este domingo también ha supuesto el lado triste de la cita, ya que ocho de ellas se han expuesto muertas.
Y es que la UAGA ha denunciado con ellas los continuos ataques que están sufriendo, por parte del lobo, los rebaños de nuestros montes, pidiendo a las instituciones que les permitan controlar al canido que, según el último informe técnico, supone un gasto anual de dos millones en las zonas afectadas por su presencia.
Mejores rebaños y quesos
En las cercanías se han encontrado los ejemplares que han conformado la exposición de las mejores ovejas latxas en control lechero, así como del concurso interprovincial de ganado, en el que se han dado cita una docena de ganaderos que presentaron diez carneros, 12 lotes de cinco ovejas, y otros once lotes de cinco corderas y un cordero. En el certamen, que ha repartido 1.620 euros en premios, ha resultado vencedor en oveja y corderas Felipe Menoyo de Amurrio; mientras que la también local, Florencia Urruela, se ha impuesto en carneros.
A nivel provincial, la quesería Zabaleta de Munain se ha hecho con el cheque de 650 euros por tener el mejor rebaño lechero de cara rubia, con una media de 348 litros por oveja; mientras que la de José Ruiz de Zarate de Abecia, ha obtenido el mismo galardón en cara negra, con una media de producción de 273 litros.
Triunfador ayalés
Por su parte, la quesería Larrabe de Aguiñiga se embolsó otros 550 euros, por ser la propietaria del rebaño de ovejas latxas con mayor producción lechera del año en Ayala, con una media de 283 litros. De su rebaño, de cara negra, también ha salido la leche con la que se ha elaborado el queso triunfador del certamen popular. Es decir, el más votado por el paladar vecinal entre las cinco queserías que han instalado puesto en la plaza Juan Urrutia.
Por su parte, el XVII Concurso de queso Idiazabal, dedicado a la memoria de Ruperto Casanueva, al que solo han podido concurrir pastores alaveses propietarios de rebaños con un mínimo de 100 reses y quesos con una maduración mínima de dos meses, ha congregado a ocho participantes. Entre estos se ha impuesto a Patxi López de Uralde de la famosa quesería Larrea, seguido de otra mítica: la quesería La Leze de Ilarduia (250 euros); mientras que el tercero se ha ido a manos de la de Zabaleta de Munain.
Junto a las queserías con puesto en la plaza del Ayuntamiento también se ha instalado una bodega de txakoli, mientras la calle Larrinaga ha dado cobijo a una treintena de puestos artesanos y baserritarras. La cita se ha complementado con demostraciones de esquileo, hilado y elaboración de queso, degustaciones de productos derivados de la oveja, música ambiente a cargo de Amurrioko Txistuzaleak, y una exposición de fotografías locales antiguas, a cargo de Aztarna, en el pasero del Guk.
Por la tarde, ha tenido lugar el concurso de perros pastor memorial Justo Furundarena, aunque antes –quien haya querido- ha podido llenar el estómago con una bandeja de guiso de oveja, al precio de un euro, que ha corrido a cargo de los cocineros voluntarios de Boilur. En total se han elaborado 90 kilos de oveja, que se han distribuido en torno a 750 raciones.