A las 20.56 hora española del pasado viernes, 16 de agosto, los nueve motores del imponente Falcon 9, el cohete fabricado por la compañía Space X, fundada por el multimillonario Elon Musk, volvieron a rugir para impulsar sus 90 metros de estructura y enviar al Espacio el primer satélite, que recibe el nombre de LUR-1, diseñado y fabricado íntegramente en Euskadi; concretamente, por la compañía alavesa Added Value Solutions (AVS).
Sin cumplirse aún las 24 horas desde su lanzamiento, el equipo de nueve ingenieros de Miñano ha podido establecer el primer contacto con su satélite. Según ha detallado la entidad este sábado en un comunicado, minutos antes de las 22.00 horas, el cohete alcanza el viernes la altitud prevista, 515 kilómetros sobre la Tierra, se desplegó como estaba fijado (una hora y veinte minutos tras el despegue) y entró en órbita nominal a una velocidad de siete kilómetros por segundo, lo que le permitió completar su primera vuelta a la Tierra en apenas 90 minutos.
Primer contacto
Hoy, a las 12.42 horas, al paso de LUR-1 por Euskadi, se ha producido el esperado contacto con la señal entre el satélite y la sede de AVS en el Parque Tecnológico de Álava, cumpliendo así el primer gran hito en la trayectoria espacial de la compañía después de cuatro años de intenso desarrollo científico y tecnológico.
Un lanzamiento que se efectuó desde la base espacial Vanderberg, en California, y desde donde el pasado sábado, Miguel Ángel Carrera, CEO de la compañía, ha valorado el impacto de este hito tecnológico tanto para la propia empresa vasca como para el territorio vasco en su conjunto.
"Con la puesta en órbita del LUR-1 hemos conseguido demostrar nuestra capacidad de liderar una misión completa"
“Es un salto cualitativo extraordinario para AVS que se suma a otros logros muy relevantes en los ámbitos de aceleradores y fusión. La llegada a Marte en el 2021 ya nos consolidó como proveedor de sistemas críticos para grandes misiones espaciales. Con la puesta en órbita del LUR-1 hemos conseguido demostrar nuestra capacidad de liderar una misión completa”, ha destacado Carrera.
Sobre LUR-1
Este artefacto ha sido concebido como un microsatélite de 57 kilos, el primero de la familia de plataformas LUR, para la captura de imágenes de alta definición de la Tierra. Si bien, en principio el foco de la misión está puesto en la geograba del País Vasco, para contemplar la evolución del litoral, analizar controles de plagas y ríos o gestionar la distribución de cultivos, entre otros.
Es por ello que, este satélite incorpora antenas de diversas bandas (UHF, S y X) y un brazo desplegable para los paneles solares. Además, cuenta con una cámara multiespectral de siete bandas en visible e infrarrojo cercano con una resolución GSD de 1,5 metros (Sistema de Muestreo Terrestre) y también un experimento de Comunicaciones Cuánticas QKD, desarrollado íntegramente por AVS.
Asimismo, cabe destacar que en su diseño y fabricación se han invertido más de mil días de trabajo y ocho millones de euros, de los que el 40% proceden de fondos públicos. Un satélite creado para “tener una vida útil de cinco años”. Cumplido este plazo, será capturado de su órbita espacial para su posterior reentrada a la atmósfera, donde se desintegrará.