El Ayuntamiento de Ayala tiene el próximo martes (5 de marzo) una importante reunión con representantes de la empresa que gestiona las infraestructuras ferroviarias (Adif), en la que urgirán a abordar el proyecto de mejora que, en materia de seguridad y accesibilidad entre los andenes, tiene previsto llevar a cabo el Ministerio de Transportes en la estación de tren de la localidad de Luiaondo, perteneciente a la línea de cercanías C3 que conecta el Alto Nervión con Bilbao, dado el retraso que acumula.

De hecho, esta intervención cuenta desde el año pasado con una partida de dos millones de euros en los Presupuestos Generales del Estado, gracias a una enmienda que presentó el grupo PNV en el Congreso de los Diputados, pero para su ejecución “es esencial agilizar los trámites”, ha defendido esta semana el portavoz jeltzale en el Ayuntamiento de Ayala, Gentza Alamillo, instando al actual alcalde, Pruden Otegi de EH Bildu, a hacerlo, como así ha sido.

Asimismo, los jeltzales ayaleses han recordado que en el presupuesto municipal de 2023 incorporaron una partida económica para redactar el proyecto de ampliación del parking de esta misma estación, pero el actual equipo de gobierno municipal, “no lo ha desarrollado y, por lo tanto, esta partida no se está utilizando con el objetivo de dar una respuesta a una demanda de las y los vecinos”.

La estación de tren de Luiaondo es una de las pocas de la zona alavesa de la línea C3 que quedan por mejorar, después de las potentes intervenciones realizadas por Adif en las de Areta, Laudio y Amurrio, dotándolas de pasos subterráneos que evitan el paso a nivel de andenes, entre otras mejoras; aunque siguen teniendo esta situación apeaderos tales como el de Santa Cruz de Gardea en Laudio, o los de Salbio e Iñarratxu en Amurrio, que dan servicio a las empresas Tubos Reunidos y Tubacex.

28.000 usuarios diarios

Las averías y retrasos de trenes también han sido en los últimos años una constante fuente de críticas de los usuarios (28.000 personas diarias), y de aquí que, a mediados del pasado enero, el secretario de Transportes y Movilidad Sostenible, José Antonio Santano, diera cuenta de la ingente cantidad de mejoras que hay previsto llevar a cabo en esta línea por cerca de 10 millones de euros.

En concreto, el secretario de Estado aseguró que se incrementará la oferta, lo que permitirá ofrecer una frecuencia de paso de 15 minutos en el tramo central de la línea, a lo que se sumará un plan de mejora de la puntualidad; y que, respecto a las estaciones, se mejorará la iluminación, los ascensores, los equipos de telebillética, las marquesinas, y el mobiliario en general. Además, Santano afirmó que Adif se sumará al impulso de la renovación de la red de Cercanías con la movilización de 5,4 millones de euros para modernizar equipos de electrificación y señalización de la red.

Desde entonces, se han ido sucediendo comunicados de Renfe que han ido dando cuenta de la instalación de cámaras de videovigilancia en las estaciones de Amurrio, Iparralde, Areta, Laudio, Santa Cruz de Gardea o Luiaondo. Un sistema inteligente que permitirá recopilar y procesar “de forma anónima y automatizada miles de datos”, según informó la compañía, además de detectar caídas de personas a las vías, incendios o actos vandálicos; a lo que se ha sumado, a mediados de febrero, el anuncio de una inversión de 7,7 millones de euros para instalar equipos de control de acceso en estaciones de varios núcleos de Cercanías a nivel estatal, entre las que también se encuentran las estaciones de Iñarratxu, Luiaondo, Laudio y Salbio.