Indignación y cansancio han sido las sensaciones que han mostrado este martes los agricultores y los ganaderos alaveses en la primera jornada de protestas de esta semana. Desde las 10.00 horas de la mañana, decenas de tractores han desfilado, a golpe de bocina, hasta ocupar parte del polígono industrial de Jundiz.

"Ya llevamos muchos años haciendo el tonto, obedeciendo las órdenes que nos imponen los políticos de Euskadi, de España y de Europa”

En este sentido, se han contabilizado cerca de medio millar de tractores del Sector Primario del territorio. El enfado estaba sembrado entre todos los trabajadores allí congregados. “Ya llevamos muchos años haciendo el tonto, obedeciendo las órdenes que nos imponen los políticos de Euskadi, de España y de Europa”, ha comentado el veterano de 65 años, Ricardo Galdós, llegado desde Lasarte.

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En imágenes: Tensión entre los agricultores y la Ertzaintza en Vitoria-Gasteiz Alex Larretxi

El trabajador ha indicado que muchas de las medidas son “absurdas”. “Si no te portas bien, no te doy el caramelo; te quedas sin la ayuda”, ha querido señalar con cierta sorna. A modo de ejemplo, ha indicado que, sembrar vezas para después enterrarlas cuando se pueden aprovechar para el ganado, “es una de las medidas ilógicas que imponen, por no decir absurdas”.

"Nos lo venden como ecología pero, en general, ninguno estamos en una buena situación"

A su lado, Maite Beltrán de Heredia, agroganadera de 49 años encargada de vacuno de cerdo y cereal en Antezana de Foronda, ha comentado que nunca se les tiene en cuenta a la hora de tomar las decisiones que afectan directamente a su labor.

Nos lo venden como ecología pero, en general, ninguno estamos en una buena situación. Por unas cosas o por otras, el precio del cereal, del gasoil o del abono sube, y no salen los números”, ha asegurado.

Por otro lado, ha expuesto que los primeros interesados en que los animales se encuentren en buen estado son ellos, que “no necesitamos leyes de bienestar animal”. “Estamos cansados de que nos impongan cada vez más y más cosas y que no nos den facilidad para ello”, ha destacado.

Temas de 'Burrocracia'

"Vamos a empezar con la PAC del 2024, y aún no hemos cobrado ni un duro de la del 2023"

A escasos metros de allí, reunidos en grupo entre dos de los tractores estacionados, siete u ocho agroganaderos esperaban la llegada de más compañeros. José Antonio Berganza, de 62 años, proveniente del concejo de Mijancas, ha denunciado el abuso de gestiones y trámites burocráticosburrocráticos en boca de alguno que otro– que deben llevar a cabo en relación a la Política Agrícola Común (PAC, las subvenciones que se otorgan a los agricultores y ganaderos de la Unión Europea).

"Cada vez que la UE pone en marcha una nueva reforma, los trabajadores registran pérdidas de en torno al 15-20 %"

Vamos a empezar con la PAC del 2024, y aún no hemos cobrado ni un duro de la del 2023. Nosotros somos agricultores, no informáticos, y la mayoría, de edad avanzada. Lo que no podemos hacer es dejar el tractor, llegar a casa y estar dos horas en el ordenador con todo el papeleo”, ha expuesto con gran indignación.

De hecho, en relación a las nuevas políticas de la UE, Berganza destapaba que cada vez que ponen en marcha una nueva reforma, los trabajadores registran pérdidas de en torno al 15-20 %.

Junto a él, Fidel Samaniego, de 59 años, y Gorka Samaniego, de 24, –padre e hijo llegados desde Santurde –, compartían su opinión en la misma dirección. “Está claro que quienes ponen las normas agroambientales no tienen ni idea de esto; porque es casi imposible cumplirlas”, ha sostenido en tono firme el veterano.

"Nos tienen agarrados"

"Aquí el que pringa, es el de siempre; el agricultor"

Más costes, horas de trabajo y riesgo, pero también más control sobre sus labores en las fincas. “Es lamentable, no podemos hacer en lo nuestro lo que queremos porque nos tienen agarrados. No queremos ayudas, queremos vivir de lo que producimos”, ha protestado.

Con los mismos ojos observa su hijo la situación del campo y las condiciones de quienes se dedican a él. “Veo que el sector está mal. Sube el gasoil y otros productos y aquí el que pringa, es el de siempre; el agricultor”, ha zanjado.

En el mismo grupo, Xabier Campo, de 38 años, proveniente de Estavillo comentaba que “muchas veces, tenemos que justificar que somos inocentes, que realmente hacemos las cosas bien”. Algo que, debería ser al revés, “buscar donde están las cosas mal hechas e intentar mejorarlas”, ha señalado el joven.

"Las ayudas a los jóvenes que se incorporan al sector se han reducido un 60 % aproximadamente"

Por su parte, el veterano de 66 años llegado de Treviño, Ricardo Suso, con una larga trayectoria a sus espaldas, sacaba a la luz que “en veinte años, las ayudas a los jóvenes que se incorporan al sector se han reducido un 60 % aproximadamente”. “Al final no les dan nada”, ha denunciado.

Más allá, cerca de una la rotondas del polígono, Mari Carmen Dovale proveniente de Ollávarre, de 60 años – 42 en el sector– se encaminaba hacia el punto de encuentro para recibir a los trabajadores restantes que llegaban subidos a sus tractores.

Sin relevo generacional

"Si no luchamos nosotros nadie lo va a hacer”

“Estamos aquí porque vamos de mal en peor, cada vez quedamos menos agricultores”, subrayaba. Como experta en la rama de la cosecha del cereal, ponía sobre la mesa el problema respecto a la sucesión del trabajo agrícola debido a los precios y a las malas condiciones. “No tenemos relevo generacional, si no luchamos nosotros nadie lo va a hacer”, ha concluido.

"Me están quitando las pocas ganas de seguir hacia adelante"

Desde Otazu aterrizó Araceli Ruiz de Alegría, de 60 años, con la firme intención de defender los intereses del sector, en su caso, del cereal y la patata. “Me están quitando las pocas ganas de seguir hacia adelante. Son trabas y exigencias por todos lados y, cada vez, más gestiones con la administración y las instituciones”, ha protestado.

En la acera de en frente, Joaquina Donaire, de 59 años, y Esperanza Gil, jubilada de 64, mostraban su apoyo a los compañeros que iban entrando. “Queremos que nos quiten las subvenciones y nos paguen el trigo como Dios manda”, ha zanjado firme Gil, llegada de Etxabarri-Ibiña.