El estudio sobre Percepciones y actitudes hacia la población de origen extranjero realizado por el Observatorio Vasco de Inmigración Ikuspegi destaca una “actitud predominantemente tolerante” hacia la inmigración en la CAPV, con una visión similar a la registrada en 2021, antes de la pandemia de la Covid-19 y la invasión rusa de Ucrania; lo que supone rebajar en casi tres puntos el índice del pasado año.

“Una vez desaparecida la emergencia social por la guerra en Ucrania”, se anota en el informe, “los datos muestran una imagen similar a la obtenida en 2021”. De hecho, entre las principales preocupaciones de los alaveses y del conjunto de los vascos no está la inmigración.

Según el Barómetro de Ikuspegi, problemas como la inflación, el aumento de los precios y el desempleo lideran las preocupaciones de la población vasca. Por lo tanto, y a pesar de algunas opiniones generalizadas, la inmigración no es percibida como un problema significativo por los vascos.

De hecho, solo el 1,7% de la sociedad lo ve como un problema personal, y únicamente un 4,7% lo considera un problema para Euskadi. Estas cifras son las más bajas registradas en toda la serie del estudio.

Así, y en este mismo sentido, cuando se pregunta sobre la inmigración como problema a partir de un listado sugerido, tan solo es mencionada en primera mención por un 0,9% de la población.

En el total de menciones (se pregunta por los tres problemas más importantes) se observa que la inmigración supone un problema en Euskadi solo para el 4,7%. Los problemas más mencionados son la subida de precios e inflación (64,5%), el desempleo (36,6%) o la sanidad y seguridad social (35,2%).

En comparación con el Barómetro de 2022, la inmigración como problema sugerido se ha reducido aún más, pasando del 5,7% al 4,7%, sin duda por el mayor impacto que otros problemas tienen en la mente de la población vasca. “

Sugeridas unas posibles respuestas como problemas de la CAE, no se observan diferencias estadísticamente significativas por género, pudiendo afirmar que el comportamiento de mujeres y hombres en esta cuestión es similar. Nuevamente, las pequeñas diferencias numéricas que se dan en los gráficos no significan diferencias sustantivas de apreciación entre hombres y mujeres, sino que se deben al azar. Los problemas más importantes, tanto para hombres como las mujeres, son la subida de los precios, la sanidad y la Seguridad Social o el desempleo”, explican en el informe.

Este informe refleja y pone en valor cómo con el paso de los años, en Euskadi se ha asentado un discurso funcional sobre la inmigración, reconociendo la contribución positiva de la población inmigrante al mercado laboral. No obstante, en temas de integración social, existe una tendencia asimilacionista, esperando que sea la población migrante quien realice el esfuerzo de adaptación a las costumbres y tradiciones locales.

El estudio también revela que, pese a los rumores acerca de posibles abusos al sistema de protección social, la sociedad vasca rechaza la idea de un sistema exclusivo para las personas autóctonas. También existe un fuerte apoyo a que derechos fundamentales, como la salud, la educación y la asistencia jurídica, sean universales para todas las personas, independientemente de su origen.

Volumen de inmigración

Asimismo, los resultados del Barómetro 2023 muestran cómo la sociedad vasca tiene una percepción sobredimensionada del volumen de población de origen extranjero residente en la CAE.

Esta percepción tiende a doblar, sin llegar a hacerlo, la cifra de personas de origen extranjero empadronadas y registrado en las estadísticas oficiales. Entre 2022 y 2023, la población de origen extranjero empadronada en Euskadi ha crecido hasta el 12,4%, mientras que la percepción de la población vasca aumenta hasta el 21,4%.

Por género, al igual que en los años anteriores, las mujeres perciben significativamente un mayor número de personas de origen extranjero (23,9%) que los hombres (19,1%).

Una vez proporcionado el dato real de población de origen extranjero, la percepción sobre el volumen cambia y son menos las personas que creen que son demasiadas o bastantes (30,8%), y más las que consideran que la cifra real de personas de población de origen extranjero en la CAE es adecuada (57,8%).

Entre 2012 y 2014 aumentó el número de personas que estimaba como demasiada o bastante la población de origen extranjero en la CAE. Esta cifra descendió, primero, en 2015-2016 y, de nuevo, a partir de 2018. Esta tendencia parece haberse invertido en el último año, y es que, ha vuelto a aumentar el porcentaje de la población que la estima elevada.

Por género, a pesar de que hay algunas diferencias numéricas, no podemos decir que haya diferencias estadísticamente significativas entre hombres y mujeres: su percepción sobre el volumen de personas de origen extranjero no es distinta.

Finalmente, en la actualidad, siete de cada diez personas creen que en los próximos cinco años la inmigración en Euskadi aumentará (73%), porcentaje que ha descendido con respecto al año pasado (-12,7 puntos).

En contraposición, ha crecido el porcentaje de personas que estiman que la evolución de la migración se mantendrá igual (+8,2), así como el de quienes no expresan ninguna opinión concreta (+4,5).

Al detalle

Problemas. Los problemas más mencionados son la subida de precios e inflación (64,5%), el desempleo (36,6%) o la sanidad y seguridad social (35,2%). En comparación con el Barómetro de 2022, la inmigración como problema sugerido se ha reducido aún más, pasando del 5,7% al 4,7%, sin duda por el mayor impacto que otros problemas tienen en la mente de la población vasca. “Sugeridas unas posibles respuestas como problemas de la CAE, no se observan diferencias estadísticamente significativas por género, pudiendo afirmar que el comportamiento de mujeres y hombres en esta cuestión es similar. Nuevamente, las pequeñas diferencias numéricas que se dan en los gráficos no significan diferencias sustantivas de apreciación entre hombres y mujeres, sino que se deben al azar. 

Inmigración en aumento. En la actualidad, siete de cada diez personas creen que en los próximos cinco años la inmigración en Euskadi aumentará (73%), porcentaje que ha descendido con respecto al año pasado (-12,7 puntos). En contraposición, ha crecido el porcentaje de personas que estiman que la evolución de la migración se mantendrá igual (+8,2), así como el de quienes no expresan ninguna opinión concreta (+4,5). Cada vez son menos las personas que creen que hay demasiados o bastantes inmigrantes (30,8%), según el barómetro.