Antonio Moreno Ucelay, profesor colaborador de la OIT en Prevención de Riesgos Laborales, será uno de los ponentes de este encuentro y ofrece las primeras pinceladas de su intervención en este periódico.

Centrará su ponencia en la Ley de Prevención de Riesgos Laborales. Esta Ley fue aprobada en noviembre de 1995, hace 28 años. ¿Ha tenido alguna actualización desde entonces? 

–Sí, mi ponencia versará sobre la Ley 31/1995, del 8 de noviembre, de Prevención de Riesgos Laborales y en mi intervención haré algunas reflexiones sobre la necesidad actual de su actualización. Es cierto que, desde su publicación ha tenido algunas modificaciones puntuales, pero, no obstante, a lo largo de estos 28 años precisa de una revisión y actualización en algunos aspectos relevantes.

“En mi opinión, esta ley supuso un profundo cambio de la cultura en materia de seguridad y salud en el trabajo”

¿Qué valoración hace de esta Ley y por qué es necesaria?

–Esta ley responde al mandato establecido en el artículo 40.2 de la Constitución Española, que encomienda a los poderes públicos, como uno de los principios rectores de la política social y económica, velar por la seguridad e higiene en el trabajo. Este mandato constitucional conlleva la necesidad de desarrollar una política de protección de la salud de los trabajadores mediante la prevención de los riesgos derivados de su trabajo y encuentra en la presente ley su pilar fundamental. En la misma se configura el marco general en el que habrán de desarrollarse las distintas acciones preventivas. Así mismo, esta ley traspone a la normativa española la Directiva de la Unión Europea 89/391/CEE, relativa a la aplicación de las medidas para promover la mejora de la seguridad y de la salud de los trabajadores en el trabajo, que contiene el marco jurídico general en el que opera la política de prevención comunitaria.

“La Ley de Prevención de Riesgos Laborales ha sido un instrumento clave para disminuir los accidentes laborales”

¿En qué está quedando obsoleta y, consecuentemente, en qué debería actualizarse?

–Es natural que una ley que lleva vigente 28 años necesite una actualización de aquellos aspectos que han quedado obsoletos con el paso del tiempo y que requieren ser actualizados, así como para contemplar los nuevos escenarios actuales y los que van a existir a corto y medio plazo, tales como los asociados a las nuevas tecnologías, la robótica, el exponencial desarrollo digital, las nuevas formas de organización del trabajo –como el teletrabajo domiciliario o a distancia–, etc. Entre los aspectos que requieren una revisión y actualización para mantener y potenciar la eficacia de la Ley cabria citar, entre otros, los siguientes: auditoría de las empresas; evaluación de riesgos de los puestos de trabajo; nuevos modelos de organización del trabajo (teletrabajo y trabajo a distancia); información y formación de los trabajadores; gestión de los riesgos psicosociales en el trabajo; las nuevas tecnologías, así como el desarrollo de la digitalización y la desconexión digital; integración de la diversidad de género y generacional; adecuación a las pymes y a los empresarios autónomos; coordinación de actividades empresariales. Y sobre estos aspectos, en mi ponencia planteo algunas reflexiones para la consideración de los asistentes al XXIII Congreso de Seguridad y Salud Laboral, organizado por la Fundación San Prudencio, el 9 de noviembre en Vitoria. 

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¿En qué considera efectiva la Ley de Prevención de Riesgos Laborales?

–En mi opinión, esta ley supuso un antes y un después respecto de los fundamentos y principios básicos existentes en el ámbito de la prevención de riesgos y la salud laboral en España. Hasta su aprobación primaba el concepto de “protección del trabajador” ante los riesgos existentes en su trabajo. Tras su entrada en vigor el concepto cambió al de “prevención de los riesgos” asociados a los puestos de trabajo, sin duda con consecuencias más eficaces y consistentes. Desde mi punto de vista, esta ley supuso un profundo cambio de la cultura en materia de seguridad y salud en el trabajo y conllevó una nueva concienciación y compromiso, tanto de las empresas grandes como de las pymes y los trabajadores autónomos, a la hora de poner en práctica las medidas de prevención de los riesgos laborales, fundamentalmente a través de su evaluación sistemática y la planificación de las acciones y medidas pertinentes para ello. Como conclusión, sinceramente creo que la Ley de Prevención de Riesgos Laborales ha sido un instrumento clave y fundamental para la reducción de los accidentes laborales y las enfermedades profesionales en España.