La legislatura que acaba de comenzar va a ser clave para Álava en el ámbito de las carreteras porque la Diputación Foral pasará a gestionar la AP-68 a partir de 2026.

La vía dejará de tener peajes, está todavía por ver si definitivamente, y su mantenimiento correrá a cargo de forma íntegra de las arcas públicas forales tras su reversión desde la Administración central.

Un escenario cada vez más cercano y ante el que el Gobierno foral ha comenzado a dar ya algunos pasos. 

Arabat redimensionada

Según anunció ayer el diputado foral de Movilidad Sostenible e Infraestructuras Viarias, Jon Nogales, la redacción de los pliegos de licitación del estudio para definir el modelo de gestión de la AP-68 se encuentra ya sobre su mesa de trabajo para “garantizar los recursos suficientes” de cara a ese correcto mantenimiento.

Un acuerdo alcanzado la pasada legislatura por las Juntas Generales de Álava establece que el modelo de gestión de la AP-68, que atraviesa el territorio a través de 55 kilómetros, y del resto de vías de alta capacidad será de carácter público, a través de la sociedad foral Vías de Álava/Arabat. 

Nogales anunció que, teniendo en cuenta esta circunstancia, será necesario “redimensionar” la estructura de Arabat durante esta legislatura, para lo cual se creará la figura del director gerente para la entidad.

Nogales, ayer, durante su intervención en las Juntas. Jorge Muñoz

Proyectos viarios

Nogales aludió también durante su extensa intervención ante las Juntas a varios proyectos viarios cuya ejecución está ya en trámite de adjudicación.

Se trata de la variante de Legutio, que conectará las carreteras A-2620 y A-623 y permitirá sacar diariamente del casco urbano 800 vehículos con origen y destino Aramaio; la mejora de la carretera A-3302 en Estarrona para mejorar su seguridad y preparar el acceso sur al vial del futuro polígono aeronáutico VIAP y la mejora de la A-3114 entre Maeztu y Leorza.

Nogales hizo también un repaso a las obras en ejecución o ya adjudicadas, como el desdoblamiento de la N-124 entre Armiñón y Berantevilla –con plazo previsto de finalización en noviembre de 2024–, la mejora de la A-2128 entre San Vicente de Arana y Campezo –que concluirá previsiblemente también en noviembre del año que viene– o la ampliación del cruce de Ubide en la N-240, una obra que concluirá a mediados del próximo año. 

Según remarcó Nogales, el Plan Integral de Carreteras de Álava (PICA) será “la guía a la hora de priorizar las inversiones teniendo en cuenta el desarrollo equilibrado de Álava, el respeto al medio ambiente y el uso racional del territorio”.