La candidata de EH Bildu a gobernar Álava se midió ayer con el candidato jeltzale. No salió elegida, pero Eva Lopez de Arroyabe advierte al recién nombrado diputado general, Ramiro González de que, dado que gobernará en minoría con el PSE, esta legislatura “será necesario llegar a acuerdos y será obligatorio acertar con los socios de viaje”, subraya la portavoz de la segunda fuerza más votada en los comicios municipales y forales. “No van a poder hacer grandes acuerdos si no cuentan con EH Bildu. Estamos disponibles para negociar”, se ofrece Lopez de Arroyabe.
Convencida de que Álava ha votado en las urnas un cambio estructural de políticas y girado a la izquierda, la coalición soberanista plantea varios ejes en los que trabajar: servicios sociales, transición energética, fiscalidad, equilibrio territorial y sector primario.
Especial hincapié hace Lopez de Arroyabe en el buque insignia de los servicios sociales, en su opinión, a la deriva por el empeño de los jeltzales en privatizar. Cita como ejemplos los dos años de espera para entrar en una residencia, los tres o cuatro meses para conseguir una evaluación de dependencia y los ocho años de protestas en la calle de los trabajadores.
"El buque insignia de los servicios sociales va a la deriva por su empeño en privatizar"
En materia de fiscalidad, la izquierda abertzale ve un acuerdo oculto entre PNV y PP para pactar la reforma fiscal. En este sentido, alerta a los socialistas del cortejo entre ambas formaciones que ha visto en la Cámara alavesa. “Ojo con comprar los marcos de la derecha y ultraderecha porque las elecciones del 23J están ahí y es posible que pierdan”, aconseja a los socialistas. En cualquier caso, EH Bildu se compromete a tomar la iniciativa y plantear una revisión de la actual fiscalidad si el gobierno foral no lo hace.
Bajada de impuestos
Consciente de la minoría del gobierno foral PNV-PSE, el PP de Álava tiende la mano al diputado general, Ramiro González, para acordar una nueva fiscalidad que baje los impuestos a las familias, apoye a las pymes y autónomos y, en definitiva, apueste por una economía más abierta y menos intervencionista. “Eso sí, falta saber hacia dónde quiere ir usted y con quién;no vamos a entregar ningún cheque en blanco”, advierte el portavoz, Iñaki Oyarzábal.
El ofrecimiento hecho por los populares en el Pleno de investidura del diputado general llega después de una dura crítica a la gestión de jeltzales y socialistas al frente de la Diputación. Crítica que centra en el progresivo deterioro de los servicios públicos, y de un ejecutivo que niega la evidencia y mira hacia otro lado. “Mientras la Diputación llena sus arcas, vacía los bolsillos de los alaveses; ésta es la realidad, se llevan por delante los ahorros de las familias y de las empresas”, insiste. “Cada vez recaudan más y ofrecen peores servicios”, censura.
La oportunidad perdida
A Elkarrekin le hubiera gustado que la suma de las izquierdas gobernara Álava esta nueva legislatura. Sin embargo, el jeltzale Ramiro González ha sido nombrado nuevo diputado general. “Gobierna la derecha nacionalista a la que de nuevo se subordina el PSE, perdiendo la oportunidad de formar un ejecutivo foral progresista, como demandan los alaveses en la urnas”, interpreta David Rodríguez.
En esta coyuntura, tiende la mano al PNV sólo en caso de que lleve a cabo una fiscalidad progresiva, es decir, que grave a los que más tienen, no la que quiere el PP, garantice el acceso a la vivienda, apueste por una red pública de cuidados, una sanidad pública y afronte ya las consecuencias del cambio climático.
Contra el euskera
El único juntero de Vox, Jonathan Romero, se estrena en el atril de las Juntas Generales de Álava apelando a la unidad de España y, por lo tanto, oponiéndose a cualquier iniciativa para integrar Trebiño en Álava. También está en contra de crear una denominación de origen de vinos propia del territorio. Y termina su discurso con un “Dios bendiga Álava y España”. Y es que, asegura Vox que combatirá “cualquier intento de fragmentación o separación” que pretendan impulsar las formaciones nacionalistas vascas.
En su intervención, censura las ayudas a lo que denomina “chiringuitos ideológicos”, donde incluye el euskera, y aboga por poner freno a la inmigración. En su opinión, tiene que ser “ordenada, controlada y selectiva”, subraya Romero.