La llegada del verano está asociada en las personas trabajadoras también al momento de disfrutar de las vacaciones estivales, pero el abandono de las rutinas diarias y de los quehaceres propios del puesto laboral que se desempeña no suponen la desaparición de los riesgos y amenazas para la salud. Sin embargo, no hay que bajar la guardia en verano. Las vacaciones pueden conducir hacia escenarios que resulten perjudiciales para el sistema musculoesquelético y, con ello, a la aparición del dolor en algunas zonas especialmente afectadas por los cambios. Puede ser el caso de la espalda, que, con las variaciones asociadas al período estival, sufre sus propias amenazas que hay que saber identificar para poder prevenir, tal y como señalan desde  Nordic Klinika, de La Fundación San Prudencio, que es el primer centro de diagnóstico musculoesquelético integral en España y centro aplicado al ámbito laboral en Europa.

Las causas del dolor de espalda son muy variadas, pero durante el verano se realizan actividades que pueden darse en esta fase del año –y que pueden producirse también en el propio entorno laboral, como puede ser el uso de aires acondicionados para mitigar el calor– y que suponen una amenaza añadida para esta zona del sistema musculoesquelético, ya sea en personas que ya arrastraban dolor anteriormente o aquellas que, debido a esas amenazas, comienzan a sentir molestias.

Para prevenir y tratar los dolores de espalda que pueden aparecer en verano, Nordic Klinika cuenta con un equipo de especialistas y con la tecnología exclusiva David Health Solutions para ofrecer soluciones y tratamientos personalizados

El estrés es uno de los factores que puede provocar dolor de espalda y, aunque diferente al generado en el entorno laboral, el mismo no desaparece en verano si se tienen que planificar vacaciones, viajes o actividades. Además, la disminución del estrés y la relajación de los músculos con la llegada del período de descanso propician que segregación de cortisol disminuya y con ello aparezcan patologías de orden inflamatorio. De esta manera, se pueden surgir molestias en la espalda que ya estaban ahí con anterioridad, pero que se encontraban eclipsadas por estos elevados niveles de cortisol.

Los cambios bruscos de temperaturas propiciados por los sistemas de aire acondicionado o los ventiladores son también una amenaza para la espalda. El aire frío provoca que el músculo se contraiga. Trabajar bajo unas condiciones ambientales de frío o con temperaturas más bajas, nos puede inducir a contraernos más de lo normal y durante un periodo más prolongado, lo que puede acabar desarrollando una contractura. Estas, pueden desembocar en dolores cervicales y lumbares.Un riesgo que se incrementa aún más cuando el chorro de aire frío impacta directamente sobre la espalda.

Los viajes son los grandes protagonistas del verano, pero, al margen del ya citado estrés que puede requerir su elaboración, los propios desplazamientos en sí suponen una amenaza. No en vano, dependiendo del método de transporte elegido y de las posturas que haya que adoptar, casi siempre hay que afrontar viajes de varias horas en posiciones no excesivamente cómodas y con muchas limitaciones a la movilidad –ya puede ser por falta de espacio, por la tensión que genera tener que conducir durante mucho tiempo o por dormirse en una mala postura durante el trayecto– y que pueden provocar dolores en la espalda. Cuando se está descansando, las malas posturas –por ejemplo, mirar el móvil o leer en una tumbona– también pueden ser fuente de molestias y dolores.

De la misma manera, un viaje requiere de maletas para llevar los enseres personales y, en muchas ocasiones, las mismas se cargan al máximo o son muchos los bultos que hay que llevar. Acarrear equipajes excesivos y no distribuirlos correctamente –lo mismo que levantar grandes pesos en la actividad laboral– supone también un riesgo para la espalda.

En relación con las vacaciones lejos del hogar habitual, la calidad del descanso también supone un factor determinante. Todas las personas están acostumbradas a reposar en un colchón y una almohada de unas características específicas en sus domicilios, que casi nunca son las mismas en sus destinos. Ya sea por ser demasiado blandos o excesivamente duros, no adaptarse bien a estos dos elementos claves para el descanso puede conducir a la aparición de dolores de espalda. Aunque no es solo una cuestión de calidad, también de cantidad, pues al incrementarse las actividades de ocio muchas veces se le roban horas al descanso que pueden pasar factura al cuerpo.

Los excesos en forma de mucha actividad deportiva, viajes muy largos, posturas incómodas o cambios bruscos de temperatura por el uso de aires acondicionados son claras amenazas para la espalda

Por último, el incremento de la actividad deportiva puede convertirse también en una amenaza para la espalda. Cuando se acerca el verano muchas personas deciden apuntarse al gimnasio o empezar a hacer deporte o incrementar el nivel de exigencia. Mucha gente no hace ejercicio durante el resto del año y aprovecha el verano para practicarlo, incluso, en exceso. Esa falta de entrenamiento y el escaso desarrollo previo de la musculatura son dos serios riesgos que pueden conducir a problemas de espalda si previamente no se lleva a cabo un proceso de adaptación al ejercicio intenso. De la misma manera, hay personas deportistas que durante el período estival abandonan sus rutinas, limitando la cantidad de ejercicio que venían realizando y, con ello, perdiendo la fortaleza y el tono muscular en la espalda.

Para prevenir y tratar los trastornos musculoesqueléticos y los dolores de espalda que pueden aparecer como consecuencia de las vacaciones o de los cambios de rutinas asociados al verano, La Fundación San Prudencio, a través de Nordic Klinika, cuenta con un equipo de fisioterapeutas expertos en la tecnología exclusiva David Health Solutions para ofrecer soluciones y tratamientos personalizados acordes a las necesidades y características de cada paciente. El método nórdico para el tratamiento musculoesquelético mejora la condición física de la población, permite un desarrollo muscular controlado y personalizado, mejora las patologías existentes e incrementa el rendimiento laboral y la productividad. Esta metodología contrastada a nivel internacional se focaliza en eliminar el dolor y proporcionar al individuo la funcionalidad necesaria para desarrollar un estilo de vida activo y libre de dolor.

Nordic Klinika

Si quieres saber más sobre Nordic Klinika, el primer centro de diagnóstico musculoesquelético integral en España y centro aplicado al ámbito laboral en Europa, visita la página web www.nordicklinika.es.