La sala de exposiciones del parque de Lamuza de Laudio está albergando esta semana (hasta el sábado y en horario de visitas de 17.00 a 20.00 horas) una muestra, novedosa, cuando menos. De hecho, se trata de 8.000 pins, chapitas o prendedores, distribuidos en 48 tableros, y con una temática muy variada, pues van desde temas deportivos, colecciones de heráldica de municipios, moteros, trenes, aviones, helicópteros, automóviles o coches de bomberos, hasta fauna y flora.

La han organizado, bajo el nombre de Expopin´s Justino Arto de Okondo, Aitor Isasi de Amurrio y Prudencio del Río de Laudio. Es decir, tres coleccionistas de la comarca ayalesa que, tras lograr el respaldo de la Cuadrilla de Ayala, se animaron a contagiar su afición, pues no cuenta con muchos seguidores. “El boom del pin ya pasó, llama poco la atención, al igual que está pasando con otros tipos de coleccionismo. Tenemos un blog, pero aún no somos asociación. Siempre hemos ido cada uno un poco por libre, así que nos hemos unido y vamos a intentarlo”, explica Arto, que lleva 36 años dedicados a una pasión por la que ya tiene en su poder y clasificados “cerca de 23.000 pins” de 26 temáticas diferentes.

“En octubre del año pasado me di cuenta de que tenía más de mil solo de motos, así que me puse en contacto con el Harley Eguna que hacen en Sodupe, para ver si les interesaba, y allí que llevé mis pins. Los vieron más de 3.000 personas y eso me animó a seguir”, relata. El siguiente paso fue su propio municipio, Okondo, cuyo ayuntamiento incluyó, en el programa de la pasada Navidad, una muestra de sus pins de cuatro días “por la que pasaron unas 200 personas”; y ahora ha dado el salto a la comarca. “Hablé con la técnica de la Cuadrilla de Ayala para ver cómo lo veía, me animó a seguir adelante y procedí a contactar con Isasi y del Río, que nos conocemos de mil intercambios, para hacer más fuerza, les gustó la idea y aquí estamos”, relata quien asegura que “es una exposición única, porque nunca se ha hecho una muestra de pins de este calibre. Existió una en Gasteiz, pero dejó de hacerse porque la gente no acudía. Veremos si ésta funciona, porque le hemos añadido el componente solidario”, informa.

De hecho, todo lo que se recaude, mediante aportación voluntaria, irá a parar a AEFAT, la asociación que ayuda, apoya y recauda fondos para la investigación de la ataxia telangiectasia (AT). Una enfermedad rara, neurodegenerativa, sin cura ni tratamiento, que afecta a más de 40 niños y jóvenes en España, dos de ellos en Álava, los únicos en Euskadi: Jon de Gasteiz, y Hodei, vecino, precisamente, de la comarca ayalesa. “Mientras dure la exposición, se puede aportar la voluntad en la hucha habilitada en la sala, o incluso adquirir uno de los pins que hemos separado en una mesa, porque los tenemos repetidos, y están a disposición de los visitantes por lo que cada cual considere oportuno”, matizan.

Además, la muestra tiene carácter de itinerante, ya que la idea es expandirse por otros municipios. “Lo haremos tras el verano y ya tenemos confirmado, de cara a septiembre, llevarla a Amurrio y Ugao-Miraballes”, y también están barajando la posibilidad de exponer en Zeberio, Orozko, Arrankudiaga, Ayala, Artziniega y Orduña, “supongo que lo haremos, ya que a los Ayuntamientos no les supone gasto alguno, quitando la edición de cuatro carteles para anunciar la exposición”, apostilla Arto, cuya única intención, así como la de sus compañeros de aventura, es sumar adeptos a su pasión por el coleccionismo de pins.

Un complemento y accesorio decorativo, que forma parte de la indumentaria de una persona, y cuya historia se remonta a Roma cuando, en el siglo XII, los peregrinos empezaron a usarlas llevando en ellas las imágenes de San Pedro y de San Pablo.