Son muchas las causas que originan la erosión del suelo en los campos alaveses, en concreto en las zonas de viñedos. Por un lado están las numerosas parcelas en las que ha entrado la maquinaria para llevar a cabo explanaciones y, por otro, las modificaciones que el propio clima, a través de sequías y otras circunstancias meteorológicas, causan en los campos.
Para buscar el equilibrio en Rioja Alavesa se trabaja en la aplicación de técnicas de precisión para la evaluación de la erosión en viñedos en la comarca a través de un programa de colaboración europeo.
Se trata del proyecto RiskAquaSoil, en el que se han utilizado drones para obtener los datos necesarios y cuyas conclusiones se darán a conocer el próximo martes, día 18, en una reunión de evaluación final que se celebrará en Bruselas y a la que acudirán los implicados en la comarca alavesa.
El proyecto RiskAquaSoil se inició el 1 de enero del año pasado y concluirá el próximo 30 de junio, siendo financiado por la Comisión Europea a través del Programa Interreg, con casi 80.000 euros.
Trabajando conjuntamente e intercambiando datos, se constituyó un gran colectivo de socios integrado por Neiker; la Association Climatologique de la Moyenne-Garonne et du Sud-Ouest; la Chambre d’Agriculture de la Dordogne; la Agencia Estatal Consejo Superior de Investigaciones Científicas; la Agencia de Medio Ambiente y Agua de Andalucía; Westcountry Rivers Trust; el Laboratório da Paisagem de Guimarães; el Centro de Estudos Sociais-Universidade de Coimbra; la National University of Ireland; Galway; CajaMar Caja Rural; la Agencia Estatal de Meteorología; la Agência Portuguesa do Ambiente; el Conseil Régional Nouvelle-Aquitaine; Rivers Trust; el Syndicat Mixte Ouvert EPIDROPT, y Teagasc-Agriculture and Food Development Authority.
La razón que unió a todos ellos es la preocupación porque el área atlántica presenta una alta exposición al cambio climático. El aumento de la intensidad y la frecuencia de las tormentas, la alteración del ciclo hidrológico y los cambios en los patrones de temperatura y precipitación tienen implicaciones para el sector agrícola.
Sin embargo, todavía hay grandes incertidumbres en la forma en que el cambio climático afectará directa e indirectamente a los sistemas agrícolas y alimentarios.
El proyecto RiskAquaSoil tiene como objetivo desarrollar un plan integral de gestión de riesgos en el suelo y en el agua para mejorar la capacidad de recuperación de las zonas rurales del Atlántico.
A través de la cooperación transnacional, los socios del proyecto lucharán contra los efectos adversos del cambio climático, especialmente en las tierras agrícolas.
En el caso concreto del trabajo desarrollado en el territorio alavés, el plan ha consistido en medir la erosión de los viñedos de Rioja Alavesa con técnicas de precisión (levantamiento topográfico con drones) al inicio y al final del proyecto o cuando se ha producido un evento de lluvia intensa.
Cubiertas vegetales
En este sentido, se ha comprobado que una medida que puede paliar este problema es el uso de cubiertas vegetales en viñedo. Y por ello se instalará un dispositivo que recoja datos del suelo erosionado cuando hay cubierta y con suelo desnudo.
Otro método de estimar la erosión muy generalizado en el mundo es el uso de ecuaciones como Rusle, que sirve para medir el promedio de las pérdidas de suelo a largo plazo durante varios años.