La directora de Igualdad y Derechos Humanos de la Diputación alavesa, Ainhoa Campo, ha presentado en la mañana de este martes el V Plan para la Igualdad entre Hombres y Mujeres de la institución foral, un compendio de 101 medidas, distribuidas en 13 programas y cuatro grandes ejes, y más centrado en las actuaciones concretas y “sobre el terreno” que en “elevadas intenciones”, según Campo.

Así, el V Plan se estructura de forma similar al IV y vigente hasta la fecha, pero adaptado a las necesidades sociosanitarias actuales, derivadas de la pandemia; y a los cambios normativos que traen consigo la nueva Ley vasca de Igualdad y el Plan para la Igualdad de Euskadi. Fruto de esta adaptación se incorporan nuevos principios que guiarán las políticas públicas de igualdad, como la interseccionalidad que recoge la Ley aprobada este mismo año en el Parlamento Vasco.

“Esto significa la introducción de una mirada que contribuya a visibilizar los diferentes factores que provocan la desigualdad y discriminación, teniendo en cuenta la diversidad de las personas en cuanto a su sexo o género, identidad de género u orientación sexual, diversidad funcional, racialización, religión, edad, origen, migración u otras circunstancias”, ha detallado la directora foral de Igualdad.

Además, se incorpora el principio del desarrollo sostenible y sus dimensiones ambiental, social, económica y de igualdad, junto con la erradicación de la violencia machista. Por último, el V Plan también incluye un enfoque territorial que enfatiza el valor de la cooperación. En ese sentido, para la elaboración del documento la Diputación ha trabajado de la mano de los distintos departamentos forales, las técnicas de igualdad de ayuntamientos y cuadrillas o de las asociaciones de mujeres del territorio.

Buen gobierno

En cuanto a los cuatro ejes en los que se vertebra el Plan, el primero de ellos es el del buen gobierno. Así, se agregan al plan los estándares de calidad en materia de igualdad consensuados por las Administraciones Públicas vascas en el seno de la Comisión Interinstitucional para la Igualdad. En la práctica esto se traduce en un refuerzo de los recursos económicos, humanos y técnicos para el desarrollo de las políticas de igualdad, que se dejará sentir sobre todo en cuadrillas y municipios.

En este eje destacan medidas como el diseño de una estrategia de consolidación del modelo de intervención territorial, coordinando los programas de actuaciones del Servicio de Igualdad, Cooperación e Interculturalidad de la Diputación y de los servicios de igualdad de las cuadrillas. También se incluye en el ámbito del buen gobierno el avance anual de los indicadores de calidad, o el desarrollo de un proceso de transformación del Consejo Foral de Igualdad de la Diputación, al objeto de dotar al mismo de un carácter más estratégico y de una mayor capacidad de impacto.

Empoderamiento

El segundo de los ejes hace referencia al empoderamiento y, específicamente, al económico. Tres son los objetivos que se persiguen para impulsar la independencia económica de las mujeres, con especial atención a las actuaciones vinculadas con la brecha del tiempo, la de los cuidados y la relativa a la economía reproductiva no remunerada. Para ello, se propone identificar situaciones de riesgo de pobreza, impulsar el emprendimiento económico de las mujeres y visibilizar y denunciar la situación de pobreza desde las mujeres desde lo local-global.

Entre las actuaciones previstas el documento plantea poner en marcha de un modelo unificado de formación continua en herramientas digitales en el ámbito de las cuadrillas, o identificar los impactos que los estereotipos y rumores producen en la vida de las mujeres inmigrantes. También se buscará fomentar el emprendimiento femenino en los sectores de futuro (inteligencia artificial o robótica) y colaborar con los diferentes agentes para impulsar el liderazgo femenino en las industrias y su participación en órganos de gobierno. Por último, se tratará de elaborar y reconstruir la memoria de las mujeres en el relato y en el imaginario colectivo de la historia alavesa.

Violencia machista

La erradicación de la violencia machista contra las mujeres centra el tercer eje y reúne actuaciones articuladas sobre tres programas de intervención. El programa referido a la investigación, sensibilización y formación pretende contribuir a la creación de una conciencia social que entienda la violencia machista contra las mujeres como una violación de sus derechos humanos.

El relacionado con la detección, atención, reparación y empoderamiento persigue construir una red en el que profesionales y ciudadanía actúen en su protección. Para ello, será fundamental el desarrollo de herramientas y procedimientos adecuados para la detección temprana de las conductas de control y violencia, así como un sistema de apoyo institucional que proporcione a las víctimas una atención reparadora y empoderante.

Y, de otra parte, el programa de coordinación entre las instituciones tratará de avanzar en la mejora de los sistemas de trabajo y la gestión efectiva de los recursos.

Algunas de las medidas adscritas a este eje son la edición de una guía dirigida a la ciudadanía sobre qué es la violencia machista y qué hacer en esas situaciones, o el desarrollo e impulso de la colaboración con la Asociación de Hombres por la Igualdad.

Organización social de los cuidados

El cuarto eje de intervención aborda la organización social de los cuidados. Las medidas recogidas en este eje parten de la premisa de que el modelo social de cuidados está en evolución y transformación y de los tres tipos que conforman el ámbito de los cuidados en el territorio; el institucional, el profesional y los cuidados no profesionales. Por ello, el Plan plantea una estrategia que permite trabajar desde tres programas en clave de diagnóstico, visibilización y valoración de los cuidados y mejora de éstos.

Entre las principales acciones vinculadas a este eje destaca el desarrollo de acciones de formación para personas usuarias, familias y profesionales del IFBS, el apoyo y formación a personas cuidadoras profesionales de personas dependientes en domicilio, o la puesta en marcha y desarrollo del programa Etxean Bai.