El alcalde de Leza, José Antonio Suso, y su equipo trabajan en varios proyectos. Relata que “hace unos días recibimos una subvención por parte del Plan Foral para el arreglo de una calle que lo necesitaba, al lado de la nueva bodega Carraovejas y ya estamos en el desarrollo del proyecto para poner en marcha y hacerla en el plazo que indica la normativa. Es una obra de 270.000 euros, según el presupuesto del año pasado, que esperamos poderlo ejecutar en el mismo nivel porque ha habido un incremento importante de materias primas”. Asimismo, se trabaja en otra iniciativa, “para lo que nos hemos coaligado –por decirlo así– con Navaridas. Es un proyecto que hemos presentado a una línea de ayudas que tiene Next Generation –Mecanismo Recuperación y Resiliencia, de la Unión Europea–, para recuperar dos zonas de interés para ambos municipios, que son totalmente diferentes, en cuanto a su forma y modelo, que son las zonas de las bodegas”. Detalla que, “en nuestro caso el barrio de la Lombilla, el antiguo barrio de las bodegas, que no está habitado, excepto en algún caso puntual, y lo que queremos es recuperar esa zona”.

Sería la segunda intentona. Explica que ya lo intentó el año pasado, pero consideraron que no cumplía algunas condiciones. “Pero este año hemos insistido y lo hemos presentado conectando de alguna manera ambos proyectos. Cada uno tiene el suyo, pero son un conjunto de actuaciones que trabajan por recuperar sus barrios de bodegas con presupuestos importantes, (en nuestro caso pasa de un millón de euros), y estamos a la espera de ver si nos lo conceden”.

Como alternativa, “si no es así también estamos pendientes de solicitarlo a través de otro programa de estos mismos Fondos Next Generation EU. Para nosotros es muy importante el recuperar esa zona de la Lombilla y dotarla de medios que luego permitan su rehabilitación y faciliten un germen económico alrededor del enoturismo y los calados, y complementarlo con esos ingresos que están en el municipio y que vienen a través de la guía de los servicios”.

Por otra parte, el alcalde de Leza ha pedido al programa Leader una subvención para un centro multicultural, ya que no disponen de un recurso de estas características en Leza. “No tenemos un local donde podamos realizar actos culturales con un mínimo de condiciones que actualmente se exigen para ese tipo de actos”, explica. “Tampoco tenemos un local donde se puedan reunir los niños o las personas mayores y puedan organizar actividades comunes. Es verdad que tenemos un pequeño local donde se hace gimnasia, pero es muy pequeño”.

En concreto, la idea sería poner en marcha, en la zona donde están los vestuarios de las piscinas la construcción de un edificio que pueda ofrecer todos esos servicios. La obra tiene un presupuesto de 400.000 euros, se derribaría el de vestuarios y se construiría uno de unos 240 metros cuadrados, dotado de vestuarios. “Al lado hay un edificio donde realizamos algunos actos, pero tiene problemas de accesibilidad y no es muy operativo. Lo que necesitamos es un edificio como tienen otros muchos pueblos, donde realizar actos en verano y en invierno y teniendo en cuenta que tenemos una población muy mayor”.

Garabide

Dentro del programa Garabide se han programado cuatro actuaciones. Por un lado “haremos de manera definitiva la cubrición de la terraza del actual edificio cultural con cristal y aluminio para que en invierno también se pueda utilizar”. Además “vamos a instalar unos columpios nuevos para los txikis, en el mismo espacio donde están los actuales”. Una tercera iniciativa es la rehabilitación de la Casa del Médico, con un presupuesto de más de 30.000 euros, “para ponerlo a disposición de la gente de Leza que quiera vivir. Ya lo hemos tenido alquilado y ahora vamos a realizar unas mejoras”. Por último, “nos hemos propuesto reparar una serie de calles de muy poca anchura y no mucha largura de Leza, que llevan años sin gestionarse y de esa manera terminar con su urbanización”. A esto se suma que se van a desarrollar unas acciones en las piscinas: “las vamos a dotar de instrumentos tecnológicos más modernos para que se pueda controlar su uso a distancia para poder conocer en todo momento su estado sanitario y poderlo gestionar de esa manera.

También han recibido ya los presupuestos para cubrir de placas solares el frontón, al igual que se hizo en Labastida, para producir energía para los edificios municipales. La idea es reducir de forma importante el consumo para poder bajar la factura de electricidad. En ese mismo sentido “acabamos de adjudicar la última fase de luces led en las calles de Leza. En los últimos años hemos hecho dos tercios de transformación de iluminación convencional a led y esperamos en breve la incorporación de esta tecnología a la calle Mayor y lo que queda del municipio”.

Otros temas que forman parte del trabajo diario es la reparación de caminos, “donde solemos invertir todos los años entre 40 y 50.000 euros, que es algo muy importante para nuestros habitantes”.