- Tras algunas experiencias llevadas a cabo en la comarca de Rioja Alavesa, la Diputación Foral de Álava ha mejorado las bases reguladoras de la ayuda para la estrategia de lucha contra la polilla del racimo (Lobesia botrana) mediante la aplicación de técnicas de confusión sexual en viñedo, y aprobar la convocatoria de ayudas para 2022.

El método de lucha contra la polilla del racimo mediante técnicas de confusión sexual es un método cuya efectividad lleva tiempo demostrada, así como la relación causa efecto entre el desarrollo de la polilla del racimo en los viñedos y la aparición de botritis en el periodo de maduración de la uva, lo que redunda de forma directa y negativa en la calidad del fruto y por tanto de los vinos.

Para los viticultores, la polilla del racimo "es una puerta de entrada a la botritis". En síntesis, "producen un daño que aparentemente no es tan importante, pero que directamente es muy grave, sobre todo cuando vienen en septiembre y octubre malas condiciones de lluvias y temperaturas altas, que favorecen el desarrollo de hongos. Ese es el momento en el que la polilla se abre la puerta a la botritis".

Este método de confusión sexual "consiste es esparcir feromonas de la propia polilla en el viñedo, que lo que hacen es confundir al macho que no llega a encontrar a las hembras y no se produce la fecundación". Añaden que "no se mata a los insectos, pero se les impide reproducirse".

Este sistema de control de polilla lleva tiempo implantado en otras zonas vitivinícolas, así como en algunas zonas concretas dentro de la denominación de origen Rioja con excelentes resultados, aunque no está suficientemente implantada todavía en nuestra zona, por lo que la Diputación Foral de Álava tiene gran interés en promover la utilización de esta técnica en las comarcas vitícolas de Álava.

El problema que presenta tiene que ver con el tamaño de las explotaciones, de tamaño pequeño en Rioja Alavesa, por lo que es necesario sumar manchas grandes, de varios viñedos, para que la lucha sea efectiva.

Las nuevas bases reguladores detallan las condiciones que deben tener los viticultores: ser titular de una explotación agraria inscrita en el Registro de Explotaciones Agrarias del Territorio Histórico de Álava, no tener viñedos improductivos o irregulares y los mismos condicionantes del resto de beneficiarios de subvenciones de instituciones.

A ello se suma la obligación de mantener las parcelas en buenas condiciones, no retirar los difusores de feromonas sin autorización, llevar un cuaderno de campo y realizar una memoria anual de resultados.

El importe de las ayudas se calculará mediante la valoración del número de participantes en el proyecto, hectáreas y compacidad (que no haya huecos de terreno) de la mancha y se ha establecido un importe máximo por beneficiario de 2.000 euros.

Cada proyecto deberá tener un número mínimo de dos participantes, así como una hectárea de superficie tratada. En el proyecto que se presentará para acceder a las ayudas se debe fijar exactamente las características del producto fitosanitario que se utilizará y el método elegido: Hoja de Registro con su composición, tipo de preparado, tipo de función, ámbito de utilización, dosis de feromona por difusor/ formulado, persistencia. El producto deberá estar autorizado e inscrito para ese uso en el Registro Oficial de Productos y Material Fitosanitario del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. l