- A diferencia de Bizkaia y Gipuzkoa, Álava gana población, no demasiada, ya que suma 678 habitantes, pero suficiente para superar la barrera de los 334.000 inscritos en el padrón. Además, lo hace tras dos años de descenso continuado, provocado en gran parte por los fallecimientos registrados durante los dos ejercicios más duros de la pandemia sanitaria, ya que entre 2020 y 2021, el territorio perdió 311 vecinos. La provincia vasca menos habitada alcanza ya una población de 334.304 personas y recupera población con el virus ya más controlado y la vuelta de la inmigración. Así lo cifran los datos provisionales del Padrón Continuo publicados el jueves por el Instituto Nacional de Estadística (INE), que recogen el efecto en la población del segundo año del azote del covid, después de una pérdida de más de cien mil personas en 2020 en el Estado.

A pesar de ser el menos poblado, Álava se consolida como el único territorio vasco que crece en habitantes tras dos años de pandemia y teniendo en cuenta que el virus fue muy letal al inicio tanto en Vitoria como en la zona rural.

Con todo, la tasa de envejecimiento continúa al alza en el territorio; la natalidad baja y la edad media de alaveses y alavesas se sitúa en 45,05 años. Y eso, a pesar de que Álava es la provincia vasca con la población más joven de media. En el conjunto de Euskadi sube a 46,05 años, mientras que en el Estado baja a 44 años. Apuntan desde el INE que en la edad media influye mucho el peso de la población extranjera, de ahí que en las provincias con más inmigrantes descienda la media de edad, rejuveneciendo su censo.

Lo cierto es que esta tendencia generalizada al envejecimiento poblacional preocupa cada vez más a los gobernantes porque dificulta el relevo generacional en muchos oficios al escasear la mano de obra en empresas y negocios. Las instituciones alavesas son conscientes de la falta de juventud debido a la baja natalidad, por eso impulsan políticas de vivienda y empleo con el fin de atraer personas jóvenes al territorio o de retener a las ya asentadas, pero los efectos apenas se aprecian a corto plazo.

A este patrón se suma otra peculiaridad del territorio alavés. Bizkaia y Gipuzkoa tienen por regla general pueblos más grandes y habitados que Álava, donde el peso de la población rural es bajo y la mayor parte de la ciudadanía concentra su residencia en Vitoria, lo que ocasiona un desequilibrio territorial que, de no frenarse, puede desembocar en el abandono de pequeños pueblos, quizá inhabitados en unos años.

Otra de las variantes demográficas que tiene en cuenta la estadística del INE es la nacionalidad. En Álava viven 32.906 ciudadanos y ciudadanas extranjeras frente a 301.398 persona con DNI español. La mayor parte son inmigrantes llegados de países africanos (12.441) y americanos (10.648). De Europa proceden 6.217, de Asia 3.026, de Oceanía 7 y 567 personas figuran como apátridas.

¿Qué pueden indicar estas cifras, más allá de la fría estadística? Pues que la mayoría de extranjeros que recala en Álava son personas que llegan al territorio en busca de trabajo, sobre todo en el campo, hostelería, tareas domésticas y cuidado de mayores. África y América son los continentes que más mano de obra aportan al territorio y en este último caso procede en su mayor parte de América del Sur (8.745).

De entre la población del continente, ahora que la guerra se cierne sobre Europa con la invasión rusa de Ucrania, reseñar que en Álava residen 176 rusos y rusas y 504 ucranianos y ucranianas, número que seguramente se elevará para finales de año si se añaden los refugiados y refugiadas que están siendo acogidos como consecuencia del conflicto bélico.

Además, fijándonos en la población extranjera procedente de países cercanos o que comparten fronteras con España, resaltar que en Álava viven 203 personas llegadas de Francia, 394 nacidas en Italia, 1.360 de nacionalidad portuguesa y 6.042 que han venido de Marruecos. La tasa de extranjeros censados en Álava es del 9,8%, la más alta de Euskadi y con una media de edad más joven que la de los residentes autóctonos.

La población inscrita en España, por su parte, aumentó en 50.490 personas durante 2021; se sitúa en 47,4 millones; el 88,4% tiene nacionalidad española y el 11,6%, extranjera. Las comunidades autónomas más pobladas son Andalucía, Cataluña y Madrid. Por el contrario, las que tienen menos habitantes son La Rioja, Cantabria y Navarra.

Euskadi es la cuarta comunidad que más población perdió el pasado año (-6.792 personas), lo que supone un 0,3% menos de inscritos en el padrón.

334.304

Tiene Álava en 2022, según los datos del Padrón Continuo del Instituto Nacional de Estadística (INE). Del total, 169.763 son mujeres y 164.541 hombres. El territorio ha ganado 678 personas.

32.906

Frente a 301.398 vecinos con DNI español. Entre la población inmigrante hay más varones (16.710) que mujeres (16.196).

504

Residen en Álava. Con nacionalidad rusa hay 176. En cuanto a la procedencia de la ciudadanía extranjera por continentes, de África hay censados 12.441, de América 10.648, sobre todo de Sudamérica, de Europa proceden 6.217, de Asia 3.026, de Oceanía 7 y 567 personas figuran como apátridas. Fijándonos en los países cercanos o que comparten fronteras con España, resaltar que 203 personas han llegado de Francia, 394 de Italia, 1.360 de Portugal y 6.042 de Marruecos.

120

Frente a sólo 12 varones centenarios. Las mujeres son más a partir de los 55 años. En cambio, de 0 a 4 años, los niños son 6.756 y las niñas 6.413. Y de 15 a 19 años, los chicos son 8.363 y las chicas 7.736.