A las 11.45 horas de este domingo ya se apreciaba las ganas de Carnaval que Vitoria todavía, pese al buen ambiente que la ciudad vivió la víspera por todos sus rincones, donde costaba encontrar a gente que no fuera disfrazada.

Y es que a esa hora cercana al mediodía costaba encontrar un hueco libre en la calle José Mardones esquina con la avenida Santiago, donde empezaba el segundo de los desfiles con el que las 23 comparsas han vuelto a bombear alegría y color a la capital. El edificio de la avenida Santiago enfrente de una gestoría, por ejemplo, se había convertido en el mirador perfecto para no perder detalle de ninguna de las carrozas y coreografías.

Y lo mismo pasaba a pie acera, con multitud de ciudadanos dispuestos a ambos lados de la acera para ver de cerca el nuevo recorrido de este año, muchos de ellos familias con niños.

"A ver si saco algún vídeo a la nuestra que va en la primera (carroza). Ayer se lo hice desde el balcón", explicaba uno de estos asistentes a un conocido.

Escoltados

Antes de que las manecillas de reloj marcaran las doce en punto, los agentes de la Policía Local colocaban las últimas barreras de seguridad y cuatro de sus motoristas escoltaban la primera de las carrozas.

"Zorionak, Garazi!!", cantaban los integrantes de la carroza de Urkide minutos antes de que diera la hora de inicio, al tiempo que llegaban las últimas avispas, elfos y taxis de Nueva York a sus puestos.

Puntualidad británica

Poco después, y con puntualidad británica la primera de estas comparsas, la de Circus de Urkide, comenzó a mover el esqueleto, pese a que hacía más frío que ayer, con los 9 grados que a esa hora marcaba el mercurio y un cielo de lo más plomizo. "¡¡Vamos, Urkide, que somos los primeros!!", animaban desde dicha carroza.

Cuatro minutos después, le tocó el turno a los Elfos de Coras, esta vez con las pelucas no tan perfectas como en el primero de los desfiles, y luego a los Wally de Marias y así enfilaron el recorrido previsto hasta que en la plaza del Emperador Carlos I se averió el coche de la primera de las carrozas y hubo que remocarlo.