La recuperación del edificio histórico del balneario de Kuartango como motor de transformación de un territorio rural ha sido reconocida como una de las 40 “Soluciones Inteligentes” destacables llevadas a cabo por pueblos de toda la Unión Europea.
La iniciativa forma parte del proyecto Acción preparatoria sobre áreas rurales inteligentes en el siglo XXI (Smart Rural 21), un proyecto de dos años y medio respaldado por la Comisión Europea, por la Dirección General de Agricultura, que está coordinado por E40 Group en cooperación con cinco socios especialistas, IfLS y empírica (Alemania), Innovatiesteunput (Bélgica), la Universidad Agrícola de Atenas (Grecia) y eConcepts (Irlanda) y la colaboración de 28 expertos nacionales que cubren todos los países de la UE.
Smart Rural 21 ha destacado el rescate del balneario de Kuartango porque la rehabilitación y reactivación completa de edificios históricos en desuso a través de un enfoque de asociación público-privada aprovecha un activo local ‘dormido’ para crear un motor de transformación dentro de un municipio rural. Y como clave del proceso, sobresale que se llevó a cabo por medio de un proceso participativo que ha comprometido a la comunidad del valle.
Históricamente, el municipio albergó un hotel/balneario, que había caído en desuso y se había convertido en un gran edificio histórico vacío en riesgo de deterioro adicional en el corazón del municipio. Se exploraron opciones para utilizar el edificio como residencia de ancianos u hotel, pero se abandonaron debido al alto nivel de inversión necesario para rehabilitar el edificio.
Como origen del proyecto se sitúa el Ayuntamiento de Kuartango, que gracias a una subvención inicial del Departamento de Cultura del Gobierno Vasco, pudo involucrar a otros actores para sacar adelante el proyecto, como son la Fundación Valle de Kuartango, la asociación local Amigos del Balneario de Kuartango, Conexiones Improbables, una plataforma vasca que promueve proyectos de innovación abierta en las artes y la cultura y la población local.
El proceso se inició cuando el antiguo edificio del Balneario, construido en 1890 y con una superficie de más de 5.000 metros cuadrados, empezó a mostrar signos evidentes de deterioro tras más de 25 años sin uso.
Conexión emocional
A través de diferentes conversaciones y gracias a la investigación de la Asociación Amigos del Balneario de Kuartango, el concejo municipal descubrió que la mayoría de la población estaba en contra de la demolición del antiguo edificio por su conexión emocional con el edificio y el patrimonio local.
Por esa razón, el Ayuntamiento acordó lanzar un proyecto para restaurar el edificio, inicialmente en diálogo con la Asociación, con el objetivo de recuperar el edificio y brindar un nuevo impulso y oportunidades adicionales a la población existente y atraer nuevos residentes potenciales al pueblo.
Finalmente, las dos primeras empresas que se instalaron, la sidrería Kuartango y la empresa conservera Ekotarriko, rehabilitaron parte del edificio a cambio de una cesión de uso.
Para facilitar todo esto, las instituciones alavesas y vascas han estado respaldando el proyecto.
Reuniones, talleres y entrevistas
Más de 40 personas. Al inicio del proceso de rehabilitación, el Ayuntamiento de Kuartango hizo una convocatoria abierta a empresas que quisieran implantar un proyecto en el edificio. Se seleccionaron dos que rehabilitaron los espacios a cambio de una cesión de uso. Además, gracias a una subvención del Gobierno Vasco, la empresa Conexiones Improbables se sumó al proyecto y puso en marcha el proceso participativo que duró casi un año. Asimismo, hubo reuniones adicionales, talleres participativos y entrevistas para obtener más ideas y aportes al desarrollo del spa. En total, más de 40 personas participaron en el proceso.