“Los indicadores epidemiológicos constatan que se está produciendo un cambio de tendencia, aunque la mejoría está siendo lenta”. Con estas palabras, la consejeras de Salud del gobierno vasco, Gotzone Sagardui, volvió a augurar que en el LABI que se reunirá esta semana no se espera que se levanten el grueso de las restricciones -al margen del levantamiento del deporte escolar desde este mismo fin de semana-.
Sagardui subrayó que los indicadores epidemiológicos constatan que se está produciendo un “cambio de tendencia”, aunque la mejoría está siendo “lenta”.
Una mejora lenta que así lo demuestran los datos del pasado lunes cuando se detectaron 5.412 nuevos contagios, por encima de los 3.223 contabilizados el pasado domingo. Eso sí, la tasa de incidencia acumulada en 14 días sigue reduciéndose y se sitúa en 3.993,57 casos por cada 100.000 habitantes, 295 puntos menos que en la jornada previa. Asimismo, hay 684 pacientes con covid ingresados en planta hospitalaria, 46 menos que este pasado domingo, y 106 personas con coronavirus permanecen en las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI), seis menos que en la jornada anterior.
La consejera reconoció que, pese al descenso en el número de pacientes ingresados con covid en los hospitales de Osakidetza, sigue habiendo “muchas” personas en esta situación”. En todo caso, destacó que la situación se ha “estabilizado”.
Además, advirtió de que, pese a que el índice de reproducción del virus sigue situándose por debajo de 1, este indicador ha ido subiendo “poco a poco” en los últimos días, por lo que alertó de que es necesario permanecer “alerta”.
Por ese motivo, la consejera reiteró su llamamiento a la “prudencia”, dado que pese al descenso “lento” en el avance de la pandemia, “sigue habiendo muchos contagios”. Sagardui también recordó que en las dos últimas semanas, cerca de 200 personas han fallecido por causa de la covid-19 en Euskadi.
En este sentido, la consejera subrayó que pese a que la variante ómicron de la covid-19 -que es la predominante en la actualidad- parece tener una “menor” afección a la salud que anteriores cepas del virus, el hecho de que tenga una mayor contagiosidad se ha traducido en “un grandísimo incremento” del numero de personas contagiadas.
Este mayor número de personas con covid explica el mayor número de fallecimientos en términos absolutos que se está produciendo en esta ola, dado que pese al “menor” impacto del ómicron sobre la salud, “no deja de ser un virus lesivo y que provoca fallecimientos”. En este sentido, Sagardui recordó que una persona no vacunada tienen siete veces más de riesgo de terminar hospitalizado o acabar en una cama UCI que una vacunada. “A mayor número de infectados, mayor probabilidad de muertes; especialmente en perfiles en los que los niveles de protección son menores o existen otras patologías”, añadió.
En todo caso, precisó que “cualquier” persona podría fallecer si contrae la enfermedad, dado que este es “un riesgo evidente asociado a la naturaleza del virus”. Sagardui, no obstante, subrayó que el incremento de fallecimientos que se registraron en Euskadi en 2021 fue de un 11% respecto a 2020, mientras que la media estatal fue de un aumento del 17%.
Esta leve mejoría de los datos junto las “medidas organizativas” adoptadas (formularios, nuevos protocolos...) que están permitiendo disponer de más personal para quirófanos, así como vuelta de los profesionales sanitarios de las vacaciones tras las navidades, ha permitido a Osakidetza reanudar la actividad quirúrgica programada, que había sido suspendida por la alta carga de trabajo derivada de esta sexta ola pandémica. De esa forma, en algunos hospitales, la actividad quirúrgica funciona ya entre el 80% y el 100% por las mañanas, y que se espera en breve poder reanudar también estas intervenciones por las tardes.
Por otra parte, la consejera se refirió al cambio de protocolo del 10 de enero que permite que cualquier persona que dé positivo en una prueba de farmacia deberá aislarse en casa sin necesidad de informar al sistema sanitario, de tal forma que Osakidetza solo confirmará aquellos casos que precisen de baja laboral. En este sentido, Sagardui aclaró que, pese a esta decisión, “todas las personas que requieren una prueba diagnóstica, la tienen”. Además, afirmó que no se ha establecido una comunicación de positivos a Osakidetza por parte de las farmacias, por lo que “no ha cambiado nada ahí”.
La consejera también aludió al mensaje trasladado en el Parlamento, en el que Sagardui explicó que Osakidetza tiene sin cubrir 200 plazas de pediatras y medidos de familia por la falta de este tipo de perfiles profesionales.
La consejera destacó que este es un problema que no solo afecta a Euskadi, sino que se trata de un déficit que sufren también el resto de comunidades autónomas, por lo que afirmó que no hay “ningún elemento” que pueda llevar a pensar que esta dificultad de incorporar a profesionales de este tipo se deba a las condiciones que ofrece el Servicio Vasco de Salud.
Por último, cuestionada en la comparecencia sobre si el Gobierno Vasco se plantea ampliar el requisito de mostrar el pasaporte covid a otros ámbitos más allá de los vigentes en la actualidad, la consejera de Salud no quiso adelantar nada y se limitó a señalar que, si así se decidiese por parte de los técnicos, se solicitará “con tiempo” el visto bueno del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV).
Aumentan los contagios. En las últimas 24 horas se registraron 5.412 positivos en la última jornada -frente a los 3.223 contabilizados el pasado domingo- en las más de 13.000 pruebas diagnósticas por lo que la tasa de positividad baja ligeramente al 40%. En cuanto a la situación en los hospitales, hay 684 pacientes en planta y 106 personas ingresadas en la UCI, por lo que la consejera de Salud volvió a pedir prudencia.
Baja la incidencia. La tasa de incidencia acumulada en 14 días sigue reduciéndose y se sitúa en 3.993,57 casos por cada 100.000 habitantes, 295 puntos menos que en la jornada previa. El lado negativo lo marca el índice de reproducción básico que aunque sigue por debajo del cero lleva varios días aumentando.
Gracias a las vacunas, una persona vacunada tiene siete veces menos de posibilidad de acabar hospitalizada o en una cama UCI que una que no está vacunada.
En Euskadi el pasado año se registró un aumento de los fallecidos de un 11% frente al 17% de la media estatal.