omo estaba un poco pez a la hora de navegar por la Red, me apunté a un curso de Internet Básico. Pasamos un rato agradable y se llega a hacer un grupillo entre los usuarios", explica con orgullo un participante del KZgunea de Iparralde en el vídeo que estos centros exhiben en su web con motivo de su vigésimo aniversario.
En la actualidad, Euskadi cuenta con 240 centros repartidos en 106 municipios. Y todos ellos los puso en marcha el Gobierno Vasco con un mismo objetivo: romper la brecha digital para ayudar a progresar en el conocimiento de las nuevas tecnologías. Por este motivo, ofertan un amplio catálogo de cursos, hasta 60 diferentes, que abarcan desde la seguridad y búsqueda de empleo hasta redes sociales y herramientas ofimáticas.
Según detalla Leticia Baceiredo, gestora de oficina técnica, los primeros de Vitoria fueron los de Aldabe, Hegoalde y Lakua, que se abrieron a la vez: un 14 de enero de 2002. "En realidad, nosotros celebramos el 20 aniversario porque los primeros que se abrieron en Álava fueron en 2001. En ese primer lote estaba el de Amurrio (septiembre de 2001) y luego, de forma progresiva fueron inaugurándose más porque al final el centro KZ es una colaboración con los Ayuntamientos, por lo que previamente tienes que llegar a un acuerdo para que te dejen un espacio y que haya infraestructura", aclara.
A día de hoy, en Álava, en total, hay 51, de los cuales unos 9, están en su capital. "El objetivo, en 2001 cuando empezó este proyecto, era formar a las personas para superar la brecha digital porque el Gobierno Vasco se dio cuenta de que la ciudadanía tenía un ordenador en casa, pero no sabía utilizarlo. Y también querían dar opciones a los que no tenían esos dispositivos en su casa para que tuvieran un punto al que ir y conectarse a internet. Es por eso que los KZgunea tienen dos tipos de salas: las de formación y las de navegación", precisa.
Cada año, por ejemplo, el número de personas que pasan por ellos para formarse en Álava es de 4.700 personas, aproximadamente. Pero puede aumentar porque también existe la posibilidad de hacer las pruebas de la IT-Txartela (Sistema de Certificación de Competencias básicas en Tecnologías de la Información). "Y si toca un año con alguna oposición o algún conocimiento que exijan en concreto, llegan a pasar 10.000 al año en Álava", matiza.
La mayoría de los participantes de los cursos son mujeres, "aunque ese porcentaje ahora se ha igualado más", ya que ellas suponen un 54%, y en cuanto a la edad, mayores de 66. "Lo que nos ocurre es que nuestra formación presencial es básica, por lo que los que la suelen necesitar, normalmente, es gente mayor, aunque ahora lo que nos estamos encontrando es que como todos usamos smartphone o tablets, como cuando les regalamos a nuestros padres uno de ellos por el Olentzero, se encuentran perdidos y vienen aquí a que les enseñemos", ilustra.
De ahí que los cursos más demandados sean el de Internet Básico, en el que enseñan a navegar y enviar correos electrónicos, y los de smartphone o tablets, para aprender a usarlos "desde cero".
El paso del tiempo y la irrupción de nuevas tecnologías también ha obligado a estos cursos a reciclarse. "Cuando se empezó el proyecto lo único que impartíamos era un curso de Internet Básico, luego vino el boom de las redes sociales y nos adaptamos a ellas y luego lo de Google (Gmail...) y ahora todo esto lo tenemos que extrapolar a los dispositivos", destaca.
Precisamente, los cambios más significativos que han vivido han sido los de tener que empezar a enseñar a usar dispositivos, "que aunque parece sencillo, no lo es en cuanto a infraestructura porque nos supone tener una red Wifi buena y a la hora de dar esta formación, no es tan fácil para la persona educadora porque no todos tienen el mismo teléfono: te pueden venir con uno supernuevo y que el de al lado tenga un sistema operativo más antiguo".
Entre sus últimas novedades figuran las formaciones que intentan impulsar por videoconferencia. "La idea es lo mismo que impartimos en presencial, pero en su casa. Así damos la posibilidad a personas con problemas de movilidad o que no tengan cerca un KZgunea", avanza.
Empezaron con ello durante el confinamiento, otro de los grandes momentos que han vivido estos centros a la hora de readaptar su servicio. "Cuando nos encontramos todos en casa, nuestro personal educador resolvía dudas por teléfono. Y también impulsamos la formación a distancia, aunque nos encontramos que ésta es más avanzada que la presencial, por lo que hubo gente que si estaba sola, sin una persona que le guiara, le costaba mucho. Por eso se nos ocurrieron las formaciones por videoconferencia", precisa.
Y aunque ya no hay confinamiento, la gente agradece aún esa formación. "Damos la opción de hacer este curso con otra persona que está en otro centro impartiéndole el curso", añade. Es por eso que para el año que viene seguirán impulsando esta modalidad, con la misma temática que la formación presencial, exceptuando la de Internet Básico, porque tienen que tener ese conocimiento para poder conectarse.
Una vez acabado el curso, ha habido participantes que se han puesto en contacto con el KzGunea para agradecerles lo mucho que le ha ayudado en su trabajo: "Sobre todo, gente de 36 a 50 años, que ha hecho la formación a distancia". Y anécdotas tampoco han faltado: "a todos nos ha pasado que cuando decimos a los usuarios que tienen que mover bien el ratón por toda la pantalla, lo han cogido directamente y lo han hecho. O los que abren la ventana, literal, cuando estamos en verano, en vez de la del programa". Lo que alegra el día a día de los educadores.
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Son los que hay ahora mismo en este territorio. Uno de los primeros que abrió en Álava fue el de Amurrio (septiembre de 2001) y los primeros en Vitoria fueron los de Aldabe, Hegoalde y Lakua (enero de 2002).
"Los padres a los que les han regalado un móvil por el Olentzero vienen aquí a saberlo utilizar"
Gestora de Oficina Técnica KZgunea