La comarca de Llanada Alavesa amaneció bajo un denso manto blanco después de que los primeros copos de nieve cayesen sobre la provincia en la tarde-noche del sábado.
Un gélido y desapacible temporal que enfría el territorio desde hace días y que se prolongará en las próximas jornadas. Y que en la jornada de ayer la nieve caída durante toda la noche produjo importantes dificultades en la rutina de los y las vecinas dela comarca, además de los consabidos problemas para circular por las carreteras del territorio, donde se han notificado un número importante de pequeños accidentes, aunque ninguno de extrema gravedad. La DYA y los servicios de emergencia centraron sus esfuerzos durante buena parte de la mañana en rescatar a vehículos atrapados por la nieve y que necesitaban ser remolcados.
En el caso de Agurain el operativo de contingencias invernales ha estado preparado desde el pasado viernes. El sábado estuvo en alerta e incluso intervino por la tarde y echando sal en las calles por la noche.
La localidad cuenta con 5 equipos que se reparten las zonas más importantes del municipio. La limpieza se organiza por zonas, dando prioridad a los accesos al centro de salud. “Al ser festivo hoy no hay prioridad de los centros escolares. Mañana -por hoy- serán también prioritarios”, explicó a este diario el alcalde de la localidad, Ernesto Sainz Lanchares.
El ayuntamiento ha adquirido este año nueva maquinaria que estrenaron ayer. Se trata de una quitanieves de última generación acoplada al tractor de un agricultor local contratado para las labores de retirada de nieve y una máquina para limpiar aceras y los muchos metros de pasarelas.
A los más madrugadores les tocó quitar la nieve a sus coches y calzarse las botas para sortearla a sus pasos por las distintas calles de la localidad. Mientras, por la calzada, los quitanieves trabajaban desde primerísima hora a destajo para que los vehículos pudiesen circular en las mejores condiciones posibles. Las precipitaciones cayeron con abundancia por la noche y han cuajado en sus calles, donde hay espesores de más de 20 centímetros.
Las zonas de cuesta y sombrías han sido las más damnificadas por el temporal provocando problemas importantes como la cuesta del ambulatorio. Los accidentes de chapa o las salidas de calzada se sucedieron en toda la comarca y por las carreteras de Álava.
A parte de las complicaciones típicas para el tránsito de personas y de vehículos, los copos de nieve han sido recibidos con agrado, sobre todo para los y las más pequeñas de la familia. Muchos y muchas han convertido la jornada del domingo en un plan diferente en forma de guerra de bolas o construcción de muñecos. Además los amantes de la fotografía no dudaron en salir a la calle, bien abrigados, para tomar imágenes de las bellas estampas que ha dejado la nieve a lo largo y ancho del territorio.
Los animales, especialmente los perros, fueron otros que aprovecharon la inusual jornada para corretear y tratar de atrapar las bolas que les lanzaban una y otra vez sin cesar.
Tras una jornada en la nieve muchos y muchas fueron las que se animaron a visitar los bares de la localidad para degustar un rico caldo casero o un taza de café humeante, en el interior, eso sí, ya que la jornada no estaba como para disfrutar de la terraza. Otros, como Pedro, tras las compras diarias, no dudaron en regresar rápido a casa. “Es donde mejor se está. Con la calefacción y la televisión”, comentaba con la bolsa repleta de pan, vegetales y carne para el fin de semana.
Las dificultades e inconvenientes provocados por el temporal de nieve se dejaron ayer sentir a lo largo y ancho de la llanada alterando la rutina diaria de sus habitantes. Vecinos y máquinas quitanieves se afanaron durante toda la jornada en limpiar las calles y carreteras que volvían a cubrirse de blanco. El manto blanco que cubrió la Llanada oriental se extendió de norte a sur y de este a oeste, afectando a todas las comarcas.
A lo largo del día las precipitaciones en forma de nieve cayeron de forma esporádica. Palas excavadoras, abonadoras del campo y otro tipo de utensilios sirvieron para hacer frente a la jornada del temporal.
Los vecinos de la comarca de Agurain, conscientes de las dificultades que entrañan los vehículos en la carretera, dejaron los coches aparcados y se desplazaron andando, lo que facilitó los trabajos de limpieza.
Aunque no hubo accidentes importantes que señalar, a lo largo del día se produjeron varias salidas de calzada y cruces de vehículos en las carreteras de entrada a las localidades de la comarca. A lo largo de la mañana el Puerto de Opakua, principal vía de comunicación entre la Llanada y las Ameskuas, permaneció cerrado al tránsito de vehículos. En Araia y Dulantzi la situación fue similar a la de Agurain. En los pueblos más pequeños tuvieron que ser los propios vecinos los encargados de despejar las vías.
La situación provocada por la nieve obligó a pedir “precaución” a los conductores que circulan por carretera, especialmente los que transitaron por la A-1 en Alava.