reinta años, y uno más, han pasado desde que se constituyó la Asociación de Desarrollo Rural de Montaña Alavesa, denominada primero Asociación de Agricultura de Montaña, que fue bautizada desde el principio con el nombre del emblemático parque natural que alberga, Izki. Y durante tres semanas seguidas habrá otras tantas jornadas para analizar su pasado, su presente y sus retos, junto a los agentes económicos, sociales y políticos que trabajan al pie del cañón por dinamizar la comarca.
La iniciativa para desarrollar estos encuentros partió de su actual gerente, Cristina Quintana, que además forma parte del ADN de esta asociación, porque lleva en la ADR desde el primer año de funcionamiento y ha terminado siendo su responsable de gestión. Ahora, con esos 30 años, más el añadido de uno más durante la pandemia, que no ha permitido encuentros como los que se van a celebrar, por cuestiones sanitarias, Quintana se fijó como objetivos el llevar a cabo estos tres actos para presentar la trayectoria de la ADR, en qué se ha trabajado y en qué están trabajando, al tiempo que se dan a conocer los proyectos desarrollados a las personas del sector.
El primero de los encuentros se celebró en la tarde-noche del jueves en el centro multiusos de Maeztu, donde los asistentes tuvieron ocasión de escuchar de sus propios promotores algunos de os proyectos que se han acometido en la comarca con el apoyo de la ADR Izki.
Entre ellos está el premiado en el proyecto Labean, el espacio coworking y de promoción de producto local en Maeztu, iniciativa del alcalde y presidente de la Cuadrilla, Anartz Gorrotxategi.
El local se denomina Emprendegune y para su puesta en marcha se viene trabajando desde el año 2017. La idea con la que nació y se está desarrollando es la creación de un espacio en el cual se puedan englobar tanto a emprendedores, que puedan llevar a cabo sus negocios desde allí, como a toda la parte de comarca, de productores locales y con producto local.
El origen, según el primer edil Gorrotxategi, está avalado por la demanda que se había apreciado desde Laboriak, que era con quien se venía trabajando, y de ahí surgió la fórmula más moderna del coworking.
Con esa iniciativa se facilitaba un espacio para trabajar a los emprendedores, por un lado, y por otro se favorecía la promoción del producto local, no solo apoyando la venta de los productos como tal, sino también como espacio de promoción de esos productos. De hecho al espacio se le dotará de una pequeña cocina donde poder realizar las preparaciones para exhibiciones, catas o degustaciones, e incluso jornadas gastronómicas, poniendo como ejemplo el dedicar un mes a la promoción de la carne de angus, como sería la que produce un ganadero de la zona, los hermanos Quintano, llevando a Maeztu a un cocinero de prestigio que la prepare de diferentes maneras y que los productores puedan explicar como lo han logrado y su trabajo día a día.
Lo cierto es que Maeztu es un nudo de conexión muy importante para la comarca. Al final, se aspira a que de todos los flujos de visitantes que acuden al parque de Izki a disfrutar de la comarca y a que de las más de 220.000 personas que pasan por la Vía Verde, un uno por ciento pase por este centro. Equivaldría a unas 2.000 personas. Sería muy importante para promocionar los productos de la comarca. El tema está tan claro que en el centro habrá fotografías de esos productores para que los visitantes puedan poner cara a los que hacen posible la existencia de esos productos. Asimismo, se dará un especial protagonismo a la mujer, ya que hay muchas ganaderas y agricultoras que parecen que están siempre en un segundo plano, cuando no es así, ya que manejan al ganado, conducen tractores y gestionan explotaciones.
En este sentido, el papel de la ADR Izki está siendo clave, ya que desde un primer momento se comenzó el proyecto con Quintana para poderlo llevar a cabo y la asociación se implicó desde el comienzo. Junto con ella y el Gobierno Vasco, desde el Ayuntamiento de Arraia-Maeztu se vieron las posibilidades de encajar en el espacio Emprendegune ambas posibilidades en un único recinto dándole un carácter comarcal, y en ello se volcó la asociación.
En estos momentos el proyecto está incluido en varias convocatorias de subvenciones, tanto del programa Leader, que administra la ADR, como en el Plan Foral, a través de la Diputación. El primero está a punto de resolverse y el segundo lo está, previsiblemente, en la próxima primavera. De esta manera, en función de la financiación que se pueda conseguir, se comenzará el desarrollo de la iniciativa.
De momento, como relataba el alcalde de Arraia-Maeztu, las iniciativas que se ponen en marcha en esa localidad para atraer residentes y promover actividad económica está dando sus frutos. Ya hay en la localidad proyectos de emprendedores que se están desarrollando y la mejora de las tecnologías de la comunicación pueden ayudan a un mayor interés por las iniciativas que se desarrollan en la comarca.
La siguiente jornada se llevará a cabo el próximo jueves en Santa cruz de Campezo. Para esa ocasión se ha previsto la presentación del histórico de proyectos privados atendidos desde la ADR Izki, con explicaciones puntuales a través de sus promotores; las vinculaciones de las iniciativas de la ADR Izki con el proyecto piloto Labean y su Red de Personas Emprendedoras y la presentación del espacio coworking que la alcaldesa de Campezo quiere desarrollar en el antiguo silo, que se ha remodelado para acoger diversas iniciativas.
Por último, el sábado, 13 de noviembre, en Bernedo, sede de la ADR Izki, se realizará la presentación de las ayudas públicas al sector primario, al desarrollo de actividades económicas y a los proyectos públicos (infraestructuras, centros sociales, proyectos ligados al turismo, acciones que mejoran la calidad de vida de la población rural...). Asimismo, en esa jornada se presentará a las ocho personas que han sido presidentes de la ADR en estos 31 años y se dedicará un tiempo a la puesta en valor del trabajo de las mujeres en Montaña Alavesa y que han desarrollado una importante labor en el desarrollo de actividades económicas, dentro del sector primario y como gestoras culturales y/o sociales.