El viaje que emprendió hace 26 años la cadena hotelera Silken, con sede central en Vitoria, la que es “su casa” desde hace 14 años, ha comenzado este jueves una nueva etapa con la presentación de su nueva imagen de marca. Con ella se persigue un objetivo doble: potenciar la imagen de la cadena y reflejar la autenticidad de una marca, “sencilla, amable, acogedora y familiar” caracterizada por las relaciones labores estables y duraderas que mantiene con empleados, proveedores y clientes.
Uno de los cambios más notables de esta nueva identidad corporativa, como han dado a conocer en una rueda de prensa celebrada en el Silken Ciudad de Vitoria de Portal de Castilla, el director general de Silken Hoteles, Javier Villanueva, que lleva en ella 22 años, acompañado por el director de Recursos Humanos, Calidad y Comunicación, Amado Jiménez, que lleva 21 años en la misma, se refleja en su nuevo logotipo, en el que han invertido el orden de las palabras para que la marca Silken tenga más importancia, por lo que pasan de Hoteles Silken a Silken Hoteles. El nuevo logo se acompaña de ventanas para simbolizar la personalidad de sus diferentes alojamientos. “Silken no es un apellido, sino un nombre, por eso pasa a ocupar el primer lugar”, ha explicado Villanueva.
Este nuevo rebranding, que apuesta por el color verde, que denota firmeza y seguridad y que simboliza su compromiso con la lealtad y sostenibilidad, como la que les llevó en 2009 a ser la primera cadena hotelera en el mundo en implantar luminarias LED, se verá en los 32 establecimientos que esta cadena tiene en la actualidad en repartidos por la geografía estatal y Andorra, tras los dos que abrió en 2020 (uno en Durango (Bizkaia) y otro en Estepona (Málaga).
Y a los que en breve se sumarán tres nuevas aperturas en África, pero todos ellos con el “ADN Silken”, como han remarcado: el de que cada establecimiento es un “producto premium, con diseño y diferenciador” para que alojarse en el mismo sea en sí un destino, una excusa para conocer una ciudad. De ahí el nuevo clame: Vive tu destino. “Silken se posiciona como una familia de hoteles urbanos, diversos, pero unidos”, ha especificado, por su parte, Jiménez.
Con los mismos valores
Y como ambos han destacado, se trata de un “día especial” para ellos porque presentan un nuevo rebranding, un nuevo logo, una nueva identidad visual, una nueva personalidad, para dar coherencia a todos sus establecimientos, pero con los mismos valores que han acompañado a la compañía en 26 años. “Este cambio lo iniciamos en 2019 con la intención de implantarlo en 2020, que era cuando cumplíamos 25 años, pero no pudo ser por el tsunami de la pandemia”.
Pero, como ha subrayado, han intentado “salir mejores y más fuertes tras la pandemia”, un tiempo en el que no se han quedado parados, al haber aprovechado este tiempo para ampliar su cartera de hoteles, hacer un reposicionamiento de sus activos, actualizarlos y mejorar la eficiencia energética de sus alojamientos, caracterizados por sus cuatro estrellas y ubicaciones estratégicas, con una inversión que han cifrado en 25 millones de euros.
Facturación
En cuanto a las expectativas de facturación, Silken Hoteles espera en 2023 estar cerca de los buenos números de 2019, ya que en 2022 confía en entrar en beneficios y en este año 2021 a aumentar sus ventas un 45% respecto a las de 2020, cuando sus ventas cayeron un 70% por la pandemia, calculando facturar en este año unos 50 millones de euros.