l largo calendario para la implantación del Bus Eléctrico (BEI) como nuevo actor en el complicado tráfico de la ciudad tiene marcado en rojo el cambio de hoja entre los meses de agosto y septiembre.
Para entonces se espera que esté finalizada por completo la obra civil que ha permitido transformar durante los dos últimos años el espacio público de las calles y adaptarlas al particular modo de circular de unos vehículos totalmente eléctricos y libres de emisiones de CO2. Las labores se han llevado a buen ritmo durante esta última fase y ha sido durante este mes de agosto cuando han recibido el impulso definitivo para cumplir con la planificación programada. Desde hace meses ya se puede constatar ese cambio con la creación de los carriles segregados en varios de los puntos del trazado de 10,1 kilómetros que recorrerá el BEI, como en Jacinto Benavente, Castillo de Fontecha o la calle Salbatierrabide. Se ha aprovechado el bajonazo general en la actividad durante este mes para acometer los remates en los cambios de las calles, pintar las marcas viales sobre el asfalto, ultimar las marquesinas en Pedro Asua o ajustar los mecanismos que conlleva la tecnología del BEI. También se ha seguido con las pruebas de rodaje de los primeros vehículos de la flota de Tuvisa, que no recurren a combustibles fósiles para transitar y acumular una buena cantidad de kilómetros antes de su entrada en funcionamiento y prestar servicio a los miles de gasteiztarras que se suban a ellos en la actual línea Periférica.
La infraestructura específica del BEI estará concluida para el comienzo de septiembre y tocará ir dando carpetazo a otra serie de actuaciones que van a hacer posible el definitivo funcionamiento del bus eléctrico. El propio alcalde de Gasteiz, Gorka Urtaran, fijó para la próxima primavera como la fecha en la que el BEI estará a pleno rendimiento.
Durante todos estos meses se asistirá a la finalización de las labores de asfaltado en la calle Zumaquera, desde la rotonda de Esmaltaciones hasta Mendizorrotza. La amplia superficie sobre la que se está actuando supone un extenso plazo de ejecución de cinco meses, hasta la Zumaquera luzca su nueva calzada. La fecha que maneja el departamento de Espacio Público es la del próximo 1 de noviembre.
Será a partir de entonces cuando empiecen las pruebas de circulación real en la línea de las primeras unidades del BEI, intercaladas entre la media docena de autobuses por sentido que prestan servicio. De manera paralela se tiene también que ir construyendo y finalizando la unidad funcional de carga de los vehículos. Este equipamiento es básico y esencial para el pleno funcionamiento del BEI. Sobre una porción de terreno del vivero municipal se van a construir esas cocheras para los 13 autobuses y que van a permitir también la recarga nocturna de sus baterías. Ese lento proceso les permitirá iniciar el servicio diario y, en los pasos por la cabecera de la línea, en Mendizorrotza y Zaramaga, nutrirse de una recarga rápida en los dos pantógrafos colocados en ese punto del itinerario.
El círculo del transporte público y la movilidad sostenible en Gasteiz se va a completar con las dos ampliaciones del tranvía al este y oeste de la ciudad, como puntos más poblados. Ya están en marcha las obras para dar servicio de metro ligero a los vecinos de Salburua. La plataforma de hormigón y una buena parte de los raíles ya están colocados en puntos del itinerario como la calle Florida, Paseo de la Iliada o Bulevar de Salburua. Las obras siguen a buen ritmo y durante el otoño continuarán para adaptar las calles a la llegada de los convoyes del gusano verde. La previsión de finalización de los trabajos se sitúa en el segundo semestre del año 2022. Para esa fecha, una gran parte de los residentes en Salburua podrán utilizar el tranvía en sus desplazamientos al centro
Esta ampliación, de 2,5 kilómetros, desde la calle Florida hasta su parada final en la Avenida 8 de Marzo, va a proporcionar servicio a un total de 37.000 vecinos. A lo largo de ese recorrido se van a establecer cinco paradas, que ya tienen definida su denominación: Santa Luzia, Iliada, Nikosia, La Unión y Salburua. Han sido diseñadas con andenes laterales que tendrán una longitud total de 50 metros (incluidas las rampas de acceso), una anchura de 3,5 metros y altura de 25 centímetros.
El coste total del proyecto asciende a 28,5 millones de euros que, como en actuaciones anteriores, se afrontan desde la colaboración institucional del Gobierno Vasco, Diputación de Álava y Ayuntamiento de Gasteiz. El Ejecutivo autonómico desembolsa un 65% del global, dejando que las dos entidades territoriales hagan frente, respectivamente, al 17,5% restante.
El barrio más poblado de Gasteiz tendrá aún que esperar unos años para ver circular por sus calles al metro ligero. El pasado junio se presentó una propuesta de trazado para llevar la catenaria a la gran barriada del oeste y las previsiones apuntan a 2027 como el año para ver convertido en realidad ese proyecto.
Las obras podrían comenzar en el horizonte de 2024 y para entonces tendrán ya resueltas y despejadas las dos incógnitas sobre su trazado. Se ha elegido Lovaina como punto de inicio del recorrido y el estudio informativo ha de concretar si, en sus metros iniciales, se opta por coger Madre Vedruna o hacerlo por Adriano VI para llegar a la calle Abendaño. La segunda de las dudas a despejar en ese estudio para final de año es si a la altura de Díaz de Olano se deriva el trazado hacia Pedro Asua para esquivar el puente que dirige la circulación hacia Ariznabarra y puede ser un obstáculo para el tendido eléctrico.