Los efectos de la crisis sanitaria generada por el coronavirus incidieron con especial dureza en el tejido industrial de la ciudad durante el pasado año hasta el punto de motivar el cierre de 595 empresas. En la comisión de Comercio de ayer fue el máximo responsable del área, Igor Salazar, el encargado de desglosar los sectores más afectados por esta catarata de cierres.
A la cabeza de todos ellos se situaron las correspondientes al sector servicios monopolizando tres de cada cuatro desapariciones. Fueron un total de 448 firmas, el 75,29%, las que dejaron de estar activas el pasado ejercicio. A notable distancia se constató el cierre de 121 industrias del sector manufacturero, seguidas por otros 28 cierres en empresas de la construcción. En medio de tanto registro negativo, la única variable positiva llegó desde la agricultura y ganadería, al constatar la creación de dos nuevas actividades.
Estos cierres conllevaron también un descenso en el número anual de autónomos alaveses. Con la finalización del año 2020 dejaron de figurar en el registro 107 profesionales. De esta forma, en el paso de un año a otro, se concluyó 2019 con un total de 13.154 autónomos inscritos, mientras que al concluir los pasados doce meses se constató la desaparición de 13.047 profesionales. Esta rebaja de poco más de una centena, supone el 0,81% en el total de los autónomos alaveses. "Son datos crudos que reflejan la capacidad de resistencia de la economía alavesa. El área de Promoción Económica dedica 7,5 millones de euros de su presupuesto al empleo", espetó Igor Salazar.
Esta remesa de datos la aportó el edil socialista en respuesta a una pregunta de la popular Leticia Comerón. "Sus medidas son insuficientes para afrontar esta crisis. La prioridad pasa por dejar de destruir tanto tejido industrial y económico", remarcó.