- Las comarcas de Montaña Alavesa y Gorbeialdea están colaborando en un proyecto de compostaje común que multiplica las posibilidades que esa actividad tiene para reducir el envío de residuos orgánicos a vertedero e incrementa la cantidad de compost que se produce para usarse en abono de campos de cultivo.
La iniciativa parte de la empresa Abere y de la Diputación Foral de Álava y lo están desarrollando para evaluar sus oportunidades dos ganaderos, uno en la zona de Montaña, en San Vicente de Arana, en Valle de Arana, y otro en Gorbeialdea, en Zaitegi, en Zigoitia. Previamente, las partes celebraron varias reuniones para realizar los preparativos y desde las instituciones comarcales se logró el compromiso de los dos agricultores para que aportaran el estiércol y lo trabajaran volteándolo con el compost. Y ese material, necesario para realizar la mezcla.
De Gorbeialdea se iba a utilizar el compost que se produce en la ikastola de Gopegi y en Montaña el del Centro de Día de Alda, pero ambos se cerraron por la pandemia y se tuvieron que barajar varias ubicaciones y finalmente se decidió que ese material se podría recoger en el primer caso en las composteras comunitarias de Zigoitia y, en el segundo, de las composteras de Maeztu. Para ello, el alcalde de esa localidad y presidente comarcal, Anartz Gorrotxategi habló con los vecinos y estos acordaron ceder sin problemas el compost que estaban produciendo, al igual que el restaurante Izki que también lo produce.
De esta manera, ya se ha llevado a cabo el proyecto y en estos momentos se está a la espera de la evaluación de resultados, “que creemos que van a ser buenos”, según Gorrotxategi. Todos los promotores coinciden en que puede ser una buena iniciativa para Álava, especialmente para todas las zonas rurales que evitarán el envío de buena parte de los residuos a la planta de Jundiz para darles una segunda vida al aportarlos al medio natural.
En definitiva, tanto la actividad en sí como la colaboración comarcal lo que generan es una actitud de “hacer territorio, comarca y puede servir para aportar al sector Primario un abono natural”.
Los dos ganaderos reciben en sus explotaciones el compost de cada zona y allí lo trabajan en largas hileras junto con el estiércol y lo voltean para que fermente lográndose un compost de gran calidad.
Las grandes ventajas que ofrece este sistema es que se evita el llevar a Jundiz los residuos de fracción orgánica y la gran cantidad de agua que ello supone y que se filtra en el terreno. Por otro se ahorran los gastos de gestión y de transporte que cuesta llevarlo a Jundiz, se evita contaminar el entorno y se da un aprovechamiento a esos residuos. Todo esto supone “una rentabilidad económica, otra medioambiental y una rentabilidad social. En definitiva, una mejor sostenibilidad en nuestra forma de vivir”, como se señala desde la Diputación Foral.