asta con abrir una aplicación móvil de empresas que se dedican a hacer reparto de comida a domicilio para darse cuenta de lo mucho que se han puesto las pilas los restaurantes y bares de Álava para transformar su carta física al mundo digital.

No en vano, si antes del confinamiento los establecimientos que ofrecían este tipo de servicio para llevar, se podían contar prácticamente con los dedos de las manos en plena capital alavesa, ahora, los hay por decenas: desde los productos más gourmet que se han animado a ofrecer restaurantes de cinco estrellas hasta los pintxos del bar de la esquina, lo que demuestra que esta transformación digital ya es plato de buen gusto tanto para hosteleros y, de momento, para clientes dada la imposibilidad de darse un homenaje en el interior de sus locales debido a las restricciones.

Así, por ejemplo, en apps como en Glovo hasta 87 establecimientos de Vitoria ofrecen en la actualidad este servicio de take away, según las que ha llegado a contabilizar DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA en este muestreo.

En algunos casos, se han animado a hacerlo por fuerza mayor, sobre todo después de que el pasado 7 de noviembre entrara en vigor el nuevo cierre de la hostelería para contener la expansión del coronavirus, por lo que solamente la entrega a domicilio y la recogida de pedidos en local están permitidos. Es por ello que este tipo de servicios son una buena forma de mantener la actividad durante su clausura forzosa. Y en cuanto a los negocios que ya habían puesto en marcha la revolución digital antes del covid, han visto incluso ver cómo se han animado todavía más sus ventas.

Patricia Galdos. Restaurante Dolomiti"Planeamos mejorar nuestros envases y nuestro reparto"

Este caso, sin ir más lejos es el de la pizzería-restaurante Dolomiti (Ramón y Cajal, 1) de la capital alavesa, famosa por sus recetas italianas y guisos alaveses del que es encargada Patricia Galdos. En estos momentos, como cuenta, ofrecen pedidos tanto para llevar a domicilio (a través de Glovo) como para recoger en el local: "Nos está yendo muy bien, la verdad. Tenemos incluso que bloquear en algún momento la solicitud de pedidos, porque entre los que nos llegan desde la app de Glovo más los que recibimos de forma particular hay veces que estamos a tope".

Fue, como precisa, la empresa de los riders, los repartidores que van en bici con las cajas amarillas a sus espaldas, la que se puso en contacto con ellos para empezar a ofrecer este servicio para llevar, al poco de que empezara esta firma a trabajar en Gasteiz con McDonald's. "Lo hicieron hace tres años y lo bueno de eso es que cuando se produjo el confinamiento ya trabajábamos con ellos. No tuvimos que empezar a tramitar el servicio desde cero", resalta Galdos.

En su opinión, la mayor pega que tienen los pedidos a través de empresas como Glovo es que no puedes saber con antelación cuántos pedidos se van a hacer, a diferencia de cuando se reservaban sus mesas en función del número de comensales. "No sabes si un sábado al mediodía van a solicitar 10 pedidos o 50 porque los pedidos son casi instantáneos. Por ejemplo, el sábado 21 de noviembre, de 13.00 a 13.10 horas, en diez minutos, entraron 20 pedidos, es decir dos por minuto. Entre esos 20 pedidos que nos entraron más de golpe más los nuestros particulares, tuvimos que cerrar un momento Glovo, gracias a una herramienta que tenemos que hace que en media hora se bloqueen los pedidos, y cuando pase ese tiempo, automáticamente se restablezca", recuerda la gerente de Dolomiti.

Lo más difícil, a su juicio, sigue siendo no poder ofrecer un servicio al cliente personalizado: "Ese no poder verle o explicarle que igual ese tipo de pedido puede que se retrase algo. A veces se piensa que tardan 10 minutos en llevártelo a la casa, pero hay días que si estamos a tope o que hay más pedidos pueden tardar. Ese trato cercano con el cliente es algo que online, lo pierdes".

Y lo bueno del take away es que estando los bares y restaurantes cerrados al público por las restricciones, "es una manera de seguir trabajando y haciéndolo además genial porque nos está yendo muy bien. En seis días, desde el martes 17 de noviembre hasta ese domingo 22, hemos tenido 190 pedidos, lo que equivale a una media de 31 pedidos diarios, lo cual está muy bien", ilustra Galdos con orgullo.

Por lo general, el fin de semana suele ser cuando más pedidos tienen. "Este miércoles al mediodía, por ejemplo, entraron en todo el servicio cinco pedidos y sin embargo, el sábado al mediodía en diez minutos, te entran 20", precisa.

Entre los platos que más les solicitan, están la pasta y la pizza. "Y durante el confinamiento un dato fue que nos pidieron mucho postre: mucha tarta de chocolate, mucho tiramisú para endulzarse durante el encierro", añade esta profesional con una sonrisa de oreja a oreja.

En el caso de las recogidas de los pedidos, han habilitado una mesa a la entrada del local para dejar los pedidos a los clientes, "les damos citas cada diez minutos para recogerlos. Por ejemplo, un sábado igual tenemos 18 pedidos para recoger".

Ahora, Dolomiti está mejorando y personalizando las cajas de las pizzas y el resto de envases, "para que los tápers en vez de en aluminio o plástico sean envases reciclados, para cuidar el medioambiente y mejorar nuestra presencia porque cada vez hay más envases para elegir. Es una gozada", resalta.

Otra opción que en estos momentos están analizando en Dolomiti es la de que la cooperativa local Eraman se encargue también del reparto a domicilio, "porque su filosofía de trabajo y valores encajan muy bien con nosotros. En cuestión de una semana o dos daremos también servicio al cliente a través de ellos", anuncia la encargada de este local.

Sergio López de Foronda. Restaurante Aldaia"Acabamos de empezar con el 'take away'"

El restaurante Aldaia, ubicado en Jundiz, tiene recién sacado del horno su servicio de take away, "lo empezamos el 9 de noviembre", aclara el gerente de este establecimiento, Sergio López de Foronda. Lo han lanzado tras diez años abiertos y con una clientela fija compuesta por comerciales y trabajadores del polígono industrial de Jundiz, un complejo que alberga desde un hotel, a un gimnasio, además de las empresas que allí hay ubicadas, "por eso, lógicamente, tenemos que seguir dándoles un servicio para que nuestra clientela sepa que estamos a su lado y que también cumplimos ahora.

En Jundiz hay gente que está trabajando allí pero que tiene su casa en Vitoria o aledaños, y también hay gente que está de paso, como los que salen un lunes a las ocho de la mañana y no vuelven hasta el viernes y la comida es primera necesidad".

El escaparate inicial para su venta online es su página web (www.restaurantealdaia.com), desde la que lo primero que salta es una ventana con el anuncio del servicio del take away que ofrecen para llevar o recoger en el local tras llamar al 945 35 40 74. Allí también se ven los productos que ofrecen el resto del año (menús vegetarianos, de día, picoteo, bocatas), además del servicio de catering, "como el que llevamos a empresas como a DHL al aeropuerto o las solicitudes que nos hacen cuando nos dicen que les ha venido un cliente de Alemania, por ejemplo, y necesitan un coffee break, con termos, bollerías y zumo, o cuando nos piden que éste lo hagamos más de comida, con ensaladas para adaptarnos a su necesidad. Aunque este catering lo hemos hecho desde siempre, ahora la hemos convertido en una actividad principal", apostilla.

Los pedidos para llevar los reparten a bordo de su propia furgoneta y cuando son para recoger, el propio cliente se acerca a su restaurante. Además, también tienen habilitado un número de WhatsApp (699 20 64 36)WhatsApp para poderles hacer pedidos o bien, mediante email.

Lo más complicado para ellos a la hora de poner en marcha este take away ha sido el de dar a conocerlo "para que sepan que seguimos abiertos porque mucha gente cree que hemos cerrado", concreta López de Foronda. Y lo bueno es que al que tiene una empresa instalada en Jundiz "no le cuesta nada recoger su comida y comerla en la misma porque la gran mayoría ya tiene una zona habilitada para ello".

Si bien, también es inevitable que se acuerde de la gente que es comercial y no tiene una zona física en la que saciar los rugidos de su estómago. "Hay gente que está en su coche porque hasta la noche no llega hasta su hotel y se te cae el alma al suelo viéndoles comer allí, nada que ver con el verano, una época que puedes pasarla tomándote un pintxo o un sándwich, sentándote en un banco, pero las temperaturas máximas ya en Vitoria hay días ya que no suben de los cuatro grados".

Respecto a los productos que ahora son para llevar, "damos el menú del día igual que anteriormente. Se puede pedir completo o despiezado. Básicamente, estamos haciendo lo mismo que hacíamos antes. Lo que pasa es que antes era una proporción mínima en nuestro trabajo".

Lo que no cambia es el tirón de las tortillas de patata "que siempre hemos realizado y se lleva mucho a empresas para el almuerzo y el menú del día, porque la gente tiene que comer".

En definitiva, se han reinventado por el covid. "Nosotros, ahora simplemente nos hemos transformado porque ahora ofrecemos lo que teníamos en el local para llevar absolutamente todo", concluye desde la barra del Restaurante Aldaia.

"Lo que más está saliendo ahora es la carta de picoteo porque es más fácil de comer cuando se está en un coche"

Gerente del restaurante Benta Zaharra (Elorriaga)

"Nos está yendo muy bien. El sábado 21 de noviembre, entre las 13.00 y las 13.10 horas, nos entraron 20 pedidos"

Encargada del Dolomiti (C/ Ramón y Cajal)

"Teníamos que seguir dando servicio para que nuestra clientela supiera que todavía seguimos a su lado"

Gerente del restaurante Aldaia (Calle Paduleta)

LAS CIFRAS

87 Son los que ofrecen servicio a domicilio en Vitoria en 'apps' como Glovo.

9 Es la fecha desde la que ofrece 'take away' el restaurante Aldaia (ubicado en Jundiz).

El menú del día por 'WhatsApp'

El Benta Zaharra de Elorriaga envía a sus clientes los platos que elaboran para recoger

El Bar-Restaurante Benta Zaharra (Elorriaga 23-Vitoria), del que es gerente Víctor Berasategui, realiza pedidos para recoger. "Hacemos dos facetas: los pedidos para recoger aquí y después, como está el hotel arriba, ofrecemos el servicio de desayunos, comidas y cenas para los hospedados", explica.

Tienen dos tipos de clientes: gente trabajadora, "que tiene que pasar por aquí sí o sí, y luego la que viene por ocio, pero éste está muy perdido, es un 10% de facturación, frente al 60% en el que está el de los obreros. Estamos centrados en lo que es el mantenimiento de nuestra clientela fija a través de nuestro número de WhatsApp (607 26 28 56) en el que subo todos los días nuestro menú del día y ellos me mandan un mensaje o me llaman para pedir lo que quieren y vienen aquí a recogerlo".

Berasategui recuerda que sus facturaciones antes de la pandemia eran servicios de 100 personas todos los fines de semana y ahora han quedado en 15 clientes. "Por eso nos hemos centrado en el tema de trabajadores, a los que estamos mimando porque siempre nos han apoyado y ahora en estos momentos difíciles siguen con nosotros", cuenta con emoción Berasategui.

Entre los productos que más les piden, "lo que más está saliendo es la carta de picoteo, bocadillos y hamburguesas que tenemos, que es bastante extensa y que son productos fáciles de comer cuando se está en un coche, en vez de un menú", detalla Berasategui.

También les solicitan productos desde la academia de la Er-tzaintza y de la escuela agraria, "que estos sí que se llevan más menús elaborados, de plato".

NO A DOMICILIO De momento, no se han animado con los pedidos a domicilio "porque creemos que es una cosa puntual y por la limitación de que estoy aquí prácticamente solo con mi mujer y nos veríamos con las manos atadas ante la falta de más personal. Mi abuelo siempre decía que quien mucho abarca, poco aprieta y tengo miedo de dar un mal servicio, si hacemos esperar mucho a la gente. Veremos cómo evoluciona la pandemia y la disponibilidad de vacunas, pero ahora no nos lo planteamos".