- El Ayuntamiento de Llodio acaba de finalizar las labores de estabilización de varias laderas del municipio, que requerían de una intervención desde hace años, de cara a poner coto al desprendimiento de rocas y piedras sueltas que se registraba, con e consiguiente peligro de que estas ocasionasen daños materiales y personales.
Los trabajos se han centrado, principalmente, en la carretera de subida al Monte Arraño en Larrea -concretamente, en el cruce de la A-3632, en la salida hacia Okondo en la ladera con orientación noreste a 650 metros de distancia- donde, dada la composición del terreno en estratos, estas capas se habían visto alteradas por su rotura, provocando que, con el tiempo, y en función de la climatología se produjeran deslizamientos de algunos trozos de rocas sueltas. “Estos elementos, algunos de dimensiones considerables, en ocasiones han terminado cayendo a la calzada provocando cortes de la carretera con el consiguiente riesgo tanto para los vehículos, como para los viandantes que circulan por ese punto”, ha explicado el concejal de Servicios y Barrios, Joseba Amondo.
En este sentido, la obra ha permitido establecer medidas de estabilización y protección para el citado talud, “a largo plazo”, interviniendo “en su zona superior, por encima del muro viga superior anclado y hasta la coronación del desmonte, mediante la combinación de malla y bulonado”, ha detallado el edil.
Además, se ha intervenido en una ladera que sufría desprendimientos de pequeña intensidad en el barrio El Manzanal, a la altura del número 6. En este caso, se trata de un terreno de unos 60 metros cuadrados, situado detrás del primer bloque de trasteros-garajes de los que dispone el conjunto de casas plurifamiliares que componen la barriada. “En este lugar, se ha instalado una malla de triple torsión y lastrada con cable con el objetivo de evitar futuros pequeños desprendimientos de piedra”, ha finalizado Amondo.