- Dificultades de información, coordinación y establecimiento de protocolos son algunos de los problemas con los que sea encontrado LAIAeskola en Trebiño, a causa de la implicación de dos administraciones en los temas de igualdad, empoderamiento y lucha contra la violencia contra la mujer.
Esta escuela foral de Álava lleva tiempo trabajando con las mujeres del enclave de Trebiño, según comentaba a DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA, Nerea Melgosa, directora de Derechos Humanos e Igualdad de la Diputación Foral de Álava, quien junto a Izaskun Landaida, directora de Emakunde, y Norma Vázquez, directora de Sortzen Consultoría, presentaron la programación de LAIAeskola para el curso 2020-2021 en ese territorio. Posteriormente, la consultora Sortzen expuso los resultados del Diagnóstico de situación de violencia machista contra las mujeres y otras desigualdades de género en el Enclave de Treviño, desarrollado en 2019.
Melgosa señalaba que desde el año pasado, la octava cuadrilla, Trebiño, ya entró en toda la programación de LAIAeskola, con una amplia participación de las mujeres del enclave, y por ello también se encargó el diagnóstico, de la misma manera que el resto de cuadrillas, sobre la violencia contra mujeres.
En el encuentro celebrado en el nuevo y provisional salón de plenos de Trebiño, "uno de los temas que se hablaron y que más preocupa, es el de la invisibilidad de la violencia sobre mujeres, sobre todo a determinadas edades, porque cuando éstas llevan mucho tiempo viviendo una situación de violencia no son capaces de visibilizar que la viven. Ellas piensan que eso es así y que esta persona es de esta manera porque siempre me ha tratado igual y para qué voy a cambiar, si al fin y al cabo es el padre de mis hijos".
Esto, según la directora de Derechos Humanos, no pasa solo en Trebiño, sino en todas las cuadrillas "y a esto le debemos poner nombre y ayudar a las mujeres a visibilizar esa lacra que es la violencia machista, que no solo es física, sino también psicológica y muchas veces sexual". Esta situación, además, ha tenido peculiaridades durante el confinamiento, sobre todo en mujeres mayores: "La situación psicológica vivida durante el confinamiento no tiene nada que ver con la de los hombres y hay un estudio muy interesante de la UPV/EHU que lo pone en evidencia. Y es que es verdad que ha habido menos denuncias de violencia, pero porque una de las claves es que el maltratador busca el control de las mujeres en casa y eso lo ha tenido en este tiempo". Sin embargo, ha aumentado la petición de asistencia psicológica de estas mujeres.
Por estas razones, lo que se busca desde LAIAeskola es un cambio de estrategia "para tratar de llegar a estas mujeres". Durante el confinamiento han trabajado mucho en red "y con mucho silencio porque no queríamos poner a nadie en alerta, sobre todo a ellos, a los maltratadores y así hemos podido llegar muchas mujeres".
Otra de las conclusiones planteadas fue la situación de la doble administración. "Es verdad que muchas mujeres de Trebiño vienen a Álava a determinados recursos y otras los tienen allí. Y eso es un problema para los criterios de las trabajadoras sociales alavesas y burgalesas".
En el propio informe se destaca que las dificultades observadas son principalmente burocráticas y relacionadas con la administración. El contexto territorial y administrativo suponen diversos obstáculos que las trabajadoras sociales de base deben solventar para ofrecer una buena intervención integral. Asimismo, obstáculos similares se encuentra el personal sanitario que, no puede realizar el seguimiento de los casos de aquellas mujeres que acuden a urgencias al centro de salud del enclave, pero que están empadronadas en Vitoria y por consiguiente el seguimiento del caso lo hace el personal sanitario de referencia. Al tratarse de dos comunidades autónomas distintas, no pueden acceder a los datos de la mujer.
En cuanto al personal educativo el principal obstáculo es la poca información e implicación que muestran las familias con respecto al tema y el desconocimiento de cómo proceder en casos de violencia de género y acoso escolar. Por eso ya se estudia cómo coordinar mejor la ayuda a este colectivo.