uchos se acordarán estos días de la festiva jota interpretada por la actriz Maribel Salas, con motivo del Uztaberri Eguna de este año: "No hay quien pueda con nuestros vinos/cuna de Rioja Alavesa/en maceración carbónica/pocos pueblos le hacen sombra/Y allá va la despedida/disfrutemos del buen vino/festejemos con cabeza/gracias por vuestra acogida". Y es que cabeza y mucha es la que hay que poner este agosto y en este San Bartolomé para no salir y celebrar como se merece esta fiesta que siempre reúne a una gran cantidad de vecinos, veraneantes y visitantes, en torno a un intenso programa y a los vinos de Lapuebla.
Pero es que este año no toca y así lo recordaba la alcaldesa, Maite Córdoba, cuando pedía estos días que "debido a la situación actual" derivada de la pandemia hay que "seguir respetando todas las medidas sanitarias actualmente vigentes. La prudencia y responsabilidad colectiva son necesarias para hacer frente a esta situación".
Pero justo es reconocer que se hace difícil renunciar a unas fiestas que tienen un poderoso componente de convivencia. Y es que, por San Bartolomé, como víspera de todo el programa festivo, se reúnen las cuadrillas y la peña para celebrar suculentas cenas en el barrio de las bodegas, que durante estos días se convierte en cuartel general para todos.
De hecho, la propia fiesta se inicia allí, tras la comida previa al txupinazo, cuando se reúnen en un enorme pasacalles todos los jóvenes de la localidad y sus invitados. Precedidos por la pancarta de la peña San Bartolomé y la txaranga y el siempre divertido descapotable capaz de llevar a una docena de personas encima sin que se quede clavado en el asfalto, llevan en andas al Bartolo hasta la última planta del ayuntamiento.
Bartolo es un muñeco que representa a un agricultor sobre una pequeña cuba y que está presente en el balcón del consistorio durante todas las fiestas. Es él quien da comienzo y final a las mismas, saliendo de una bodega y regresando a ella hasta el año próximo, donde se repetirá la tradición. Tras el lanzamiento del txupinazo por parte del pregonero y la dama, comienza una romería por varias calles en la que los asistentes reclaman a los vecinos que lancen agua para sofocar el calor.
Para que la fiesta sea al gusto de todos, a lo largo de estos días hay Día de la Peña, Día del Patrón, Día del Niño y el último día la romería final, con comida popular, encierro, merienda y entierro de la cuba con traca fin de fiestas y retorno del Bartolo a la bodega.