- ¿Qué le vino a la cabeza cuando el estudio del Instituto Carlos III determinó que la inmunidad de la población alavesa apenas supera el 7%?
-Es una cifra muy baja. Yo tengo alrededor muchas personas que en su día tuvieron anticuerpos positivos y que ahora los tienen negativos. Quizá es porque no pasaron una enfermedad grave, pero nos sigue faltando mucha información. Estamos todos pensando en una vacuna, que entiendo que se va a conseguir, pero esa vacuna nos tiene que dar una inmunidad de unos meses para que sirva. Hay que tener confianza porque también están saliendo estudios esperanzadores.
¿Qué ha sentido al ver esas imágenes recurrentes de aglomeraciones en calles o bares?
-Quisieras poder llevar a esas personas a marzo o abril a un hospital y pasearlas por allí. Creo que su visión de la situación cambiaría mucho. Ha habido gente que lo ha pasado fatal, que ha perdido familiares, y me imagino que sentirá lo mismo que estamos sintiendo nosotras: Que es increíble que haya gente tan despreocupada y no vea el peligro. No digo el suyo, sino el de todos los demás. Y la verdad es triste ver esa falta de responsabilidad cívica. También es verdad que por la calle se ve a mucha gente cuidadosa. A veces no sé si lo que nos pasa es que vemos las mismas imágenes repetidas varias veces y eso nos mete ese miedo. No es todo el mundo, pero sientes un poco de impotencia y de miedo.
¿La mascarilla debería haber sido obligatoria antes?
-Creo en el uso de la mascarilla y en su importancia, pero siempre que se utilice bien. Hay que ser estrictos. / Foto: