- La economía alavesa se está recuperando mejor de lo previsto de las crisis provocada por el covid-19. Al menos por ahora. Tras un duro mes de mayo en el que la recaudación acumulaba hasta entonces un descenso del 36% desde enero, en junio la caída se ha visto amortiguada hasta situarse en un 17% menos de ingresos respecto al primer semestre de 2019.
En total, la Hacienda foral alavesa ha recaudado 695,6 millones de euros en la primera mitad del año, 142,2 millones menos que en el mismo periodo del pasado curso. Sin embargo, según subrayó ayer el diputado general, el dato, que obviamente refleja que “estamos ante una situación seria que requiere, más que nunca, de una gestión rigurosa”, muestra también “algunos elementos importantes para la esperanza”, como es el hecho de que las empresas alavesas han solicitado menos aplazamientos y fraccionamientos de los que se previeron al inicio de la crisis por parte de la Hacienda foral. “Muchas empresas han contado con tesorería suficiente para amortiguar el parón de la actividad”, aseguró González sobre lo que es “un rasgo diferenciador respecto a la crisis de 2008, cuando la falta de liquidez agravó la situación de muchas empresas”.
“En esta ocasión las empresas estaban más preparadas y desde las administraciones públicas se ha dotado de medios para conseguir mejorar esa liquidez que peligraba por el parón de la actividad”, insistió el mandatario foral, que aseguró que algunos empresarios del territorio le han trasladado personalmente “su decisión de no solicitar el aplazamiento y fraccionamiento, porque entendían que de esta manera ayudaban a la Hacienda foral y no tensionaban” al fisco alavés.
“Entendían que era momento de aportar todos y pagar impuestos cuando toca, aunque Hacienda les permita aplazar el pago”, apuntó González. El cambio de tendencia en la recaudación de junio tiene su origen fundamentalmente en que durante el pasado mes la Diputación volvió a recaudar parte de los impuestos aplazados en los primeros compases de la pandemia, como son las retenciones del trabajo y el IVA, pero desde el gobierno foral insisten en que, con todo, las cifras de final de semestre “están aún marcadas por el buen comportamiento de los primeros meses del año, así que aún es pronto para sacar conclusiones definitivas”. Julio será, además, un buen mes para comprobar cómo avanza realmente la economía del territorio, al ser el momento en el que se abonan los pagos del segundo trimestre y surgen los datos de la campaña del Impuesto de Sociedades para las empresas que tributan con la normativa alavesa.
Por impuestos, la recaudación del IRPF muestra en la primera mitad del año un aumento del 0,7% respecto a 2019, con 311 millones de euros recaudados. Un incremento sustentado en el retraso que ha sufrido el inicio de la campaña de la Renta, que arrancó a mediados de junio y ha supuesto por tanto menos devoluciones. En concreto, 13,7 millones de euros menos que en junio del año pasado. Por su parte, las retenciones del trabajo bajan un 1,4%, aunque el dato queda amortiguado por la mejora del empleo que el territorio experimentó en los primeros meses de este año.
La recaudación del Impuesto de Sociedades se ha reducido un 8,4%, con un total de 31 millones de euros, 2,8 millones menos que en 2019. La cuota diferencial neta ha caído un 31% (6,3 millones de euros menos), una bajada fruto del descenso en los pagos fraccionados de las empresas que tributan con normativa estatal. Donde se puede comprobar el mazazo que el coronavirus ha provocado en el consumo es en la recaudación del IVA, que con 186,7 millones de euros en el primer semestre evidencia una bajada del 34,2% en el consumo entre enero y junio, con casi 97 millones menos que en el mismo periodo de 2019. También queda reflejado de forma ostensible el menor consumo de hidrocarburos durante la pandemia, con una bajada del 30,6% en los seis primeros meses del año.
695,6
La Hacienda alavesa recaudó 695,6 millones entre enero y junio, 142,2 millones menos que en 2019.
34,2%
La recaudación por IVA se ha reducido un 34,2% por el menor consumo.