- Tras el cierre impuesto por el estado de alarma, el centro enogastronómico Villa Lucía, con un público deseoso de regresar y con muchas novedades para garantizar la seguridad de trabajadores y clientes, gracias, sobre todo, al protocolo elaborado por la empresa Aralab, especialmente para este complejo restaurador, cultural y de ocio.
Para empezar, según muestran los hermanos Lavín, Juanma y Ruben, la terraza vintage ha quedado protegida por un inmenso toldo de 18 metros de largo por 5 de ancho que, sumados a los toldos fijos ya instalados, protegen a todos los asistentes, tanto de los rayos solares, como del frescor nocturno de la comarca.
En cuanto a la atención individualizada se han tomado numerosas medidas de protección a las que se ha dotado de comodidad y atractiva, según explicaba Juanma Lavín.
"Hemos creado mantelitos desechables, mientras que los cubiertos se colocan en la mesa en bolsas biodegradables, con una servilleta. Pero lo más llamativo son las cartas, que se han realizado con un sistema de códigos QR, que están tanto en el mantelito como en las tarjetas que se entregan a los comensales. Con cualquier móvil se puede leer y acceder a los menús, los vinos y otras propuestas de nuestro Centro Temático del Vino", según el gerente de Villa Lucía.
Pero como no todo el mundo quiere o conoce estos sistemas, "no hemos dejado de hacer cartas de menús tradicionales, sobre todo pensando en aquellas personas que no pueden acceder a esos recursos telemáticos. Unas están completamente plastificadas y se limpian con un producto desinfectante con cada uso. También hay cartas desechables, de un solo uso, para las mismas personas que no accedan al QR".
En lo que se refiere a la gastronomía, se han introducido nuevos platos, sobre todo veganos, en respuesta a las nuevas tendencias que hay entre los clientes, pero utilizando sobre todo producto de cercanía, local. También se han incorporado a las nuevas ofertas gastronómicas una serie de platos que son para todos los públicos y que se basa en un pan que se llama telera, un pan de origen mexicano pero que se elabora en el propio centro gastronómico. Gracias a su formato, por dentro puede llevar una hamburguesa vegana con quinoa, arrocina (una alubia de la Montaña) u otros productos.
En cuanto a la higiene sanitaria, han creado unas bolsillas individuales de gel hidroalcohólico, para limpiar las manos y también se han repartido por todo nuestro centro dosificadores de pie personalizados.
En cuanto a la terraza, se ha colocado el toldo de 18 metros de una pieza, telescópico, junto con grandes sombrillas de 5,5 por 5,5 metros, más papeleras, así como unas separaciones móviles, para cuando hay que separar grupos de personas por seguridad u otra razón. A esto se ha añadido una nueva iluminación nocturna y un sistema de calefacción por infrarrojos que van hacia las personas, no al aire, y generan un calor muy agradable.
Añade Lavín que "hemos empezado con actividades de cenas musicales y vermuts musicales, con música en directo para que estén dinamizadas, ya que no se puede bailar. Habrá alguna coreografía sencilla para que la gente se anime, pero algo muy ligero". También han previsto cenas mágicas, espectáculos de monólogos y para la visita a Villa Lucía están preparando unos packs en los que se hace un combo museo del vino-experiencia 4D-bodega El fabulista-una visita diferente a lo que es Laguardia a base de anécdotas y situaciones, pero sin grandes datos de fechas, y, como término, la comida o la cena.
También, entre Rubén y otras personas, se han restaurado un montón de maquinaria antigua y han incorporado muchas máquinas nuevas, como un tractor americano de los años cincuenta, bombas de todo tipo, barricas, aparatos para desinfectar las viñas o calentadores de viñas y otra maquinaria para aceite y vino.
En cuanto al laguito interior, su cielo se ha tenido que cubrir con redes "para tratar de evitar que las garzas tengan buffet libre, ya que en este tiempo se han comido más de 500 peces y no es cuestión de andar comprando peces para las garzas todos los días. Los había grandes y preciosos y al final solo están los nuevos, pequeños".
Por último, ya antes de que comenzaran los problemas de movilidad a causa de la pandemia, estaba operativo un cómodo aparcamiento en el exterior de Villa Lucía. Juanma Lavín explica que se trata de un solar del ayuntamiento de Laguardia que se ha habilitado para que puedan aparcar las muchas personas que se acercan a la zona, tanto a Villa Lucía como a Campillo o al resto de bodegas, instalaciones y vecinos que se encuentran por allí. Y la realidad es que es un complemento perfecto con el que es propiedad de villa Lucía ya que facilita el aparcamiento en momentos de mucha afluencia y evita el alejarse de las instalaciones.