- Entre los proyectos y partidas que el ejecutivo alavés ha confirmado que no se van a tocar en los presupuestos de este año figuran las inversiones en obra pública, como las destinadas a los grandes proyectos de reforma de las carreteras alavesas que ya estaban en marcha, como la variante de Saratxo y la reforma de la N-240 en Legutio, que seguirán su curso sin verse afectados ni en plazos ni en dimensión por la crisis. Tampoco lo hará la adecuación de la travesía de Azazeta, cuyas obras está previsto que finalicen el próximo mes de junio.
Por lo tanto, las actuaciones en la N-240 deberían culminar sin contratiempos este otoño, mientras que las obras de la A-625, entre Amurrio y Orduña, a finales de 2021. Tres proyectos que suman más de 30 millones de euros en conjunto y de los que doce millones se ejecutarán este ejercicio sin cambios. También se mantendrán dos contratos de renovación de firmes por 1,4 millones de euros, y otro contrato para mejorar los sistemas de seguridad de las carreteras alavesas de 600.000 euros.
En Agricultura, dentro de las cuantías que se mantendrán intactas se encuentran las destinadas a los planes de ayuda al sector agroganadero alavés, por un total de 6,5 millones de euros. En Medio Ambiente, el departamento, hasta el inicio del estado de alarma, tenía ya comprometidos 11,2 de los 18 millones de euros con los que iba a contar en 2020, el 64%. Cultura, por su parte, priorizará la generación de actividad y la programación cultural en este nuevo escenario postpandemia, pero su responsable tampoco aclaró en su comparecencia dónde recortará gastos.
Los que ya saben que recibirán más de 50 millones de euros menos de lo previsto para este año son los ayuntamientos alaveses, que en julio cobrarán sin problemas el pago del Fofel pero que en octubre recibirán una cantidad mínima fruto de la bajada de recaudación.