i la cuarentena ni la llegada de la covid-19 han sido impedimento para que la gasteiztarra Yolanda Mendaza, propietaria de Birkin-Bardot y New Concept Store, en la calle San Antonio, cumpliera al fin la promesa que le hizo a su padre, la de lanzar su primera colección de ropa que, casualmente, lleva ese mismo nombre: Promesa.
Ella misma recuerda que este proyecto surgió porque su aita falleció hace poco más de un año y ella le había contado su idea. "Cuando falleció, me dijo que la tenía que hacer. He estado un año preparándola", explica Mendaza, que ha cumplido, por tanto, lo prometido contra viento y marea.
Estos modelos exclusivos han visto la luz, al fin y al cabo, en pleno confinamiento, aunque ella misma adelanta que tenía programado sacarla en marzo. Sin embargo, como vio que la situación de crisis se iba a alargar mucho y terminaba la temporada, entendió que tenía que sacarla ya. "Lo había planificado de otra manera, con fotos más profesionales pero al final, visto que se me iba a hacer tarde, la saqué en Instagram", reconoce. Y es que las redes sociales le han venido bien, y está viendo que la acogida está siendo buena; ya ha vendido algunos de estos vestidos.
Tampoco la sesión de fotos fue como ella esperaba. Iba a ser en el mes de marzo, el mismo fin de semana en el que todo el mundo tuvo que confinarse. Al final se sacó las fotos ella en casa, convirtiéndose a una en diseñadora y modelo. La colección se la hacen en un taller en Galicia, y las telas en Gordexola, que además son exclusivas para ella, y adelanta que hay doce estampados distintos y habrá alrededor 18 modelos en diferentes estampados. "Son atemporales y se pueden llevar tanto a una boda como en el día a día. Son modelos versátiles, y también muy exclusivos. No los va a tener nadie", incide esta diseñadora, que recuerda que estarán disponibles en su tienda, aunque quien los pida de fuera a través de Instagram también los podrá recibir. "Dos personas como mucho tendrán el mismo modelo. Al final coincides con estampados y modelos en distintas colecciones, y por eso quería que esta fuera única. Ya hay gente que se ha llevado hasta dos vestidos".
La propietaria de Birkin-Bardot es consciente además de que el sector comercial está pasando por un momento "difícil". "Nosotras estuvimos la semana pasada con citas previas e íbamos un poco a la demanda de la gente. Por lo menos, algo se vendió. No sabían si podían tocar la ropa, etc. Va lento", afirma. En su caso, había reservado prendas a través de Instagram, también de su colección, pero considera que por el momento, y hasta que la gente vaya de compras como antes, va a costar. Los modelos que ella ha diseñado -recuerda- son para esta temporada, "aunque yo los llevaría en cualquier momento del año", invita, al tiempo que recuerda que se pueden disfrutar "sobre todo en estos días que está haciendo tanto sol".
Respecto al futuro, que sigue siendo incierto para todo el mundo, afirma que va a seguir adelante con sus proyectos, porque "como el confinamiento va a pasar, tengo otras dos telas que me han hecho de dos estampados distintos, que los he mandado para producción y cuando lleguen voy a seguir haciendo lo mismo". Ahora tiene para hacer repeticiones con otros estampados distintos, otros modelos diferentes, y ya el lunes habló con el taller para que se los hicieran. Tiene asimismo algún pedido para encargos como regalos especiales y sigue trabajando, como siempre, al pie del cañón. No sabe, como el resto, qué pasará, pero su camino es hacia delante.
"Los modelos son atemporales y se pueden llevar a una boda y en el día a día"
Propietaria de Birkin-Bardot