- La crisis sanitaria ha derivado también en una crisis social y económica sin precedentes cercanos. Buena prueba de ello es la altísima demanda que están soportando durante las últimas semanas los servicios sociales de Gasteiz, y muy especialmente el área que se encarga de dar respuesta a las situaciones de especial gravedad. En concreto, el Servicio municipal de urgencias sociales (SMUS) asistió entre los pasados días 15 de marzo y 15 de abril a un total de 335 unidades convivenciales -739 personas- residentes en la ciudad, lo que supuso duplicar la media de atenciones registrada mensualmente por este recurso a lo largo de 2019. 30 de esas familias fueron asistidas por primera vez durante este periodo, un 9% del total, al tiempo que el SMUS reactivó 55 expedientes que se encontraban inactivos. 77 de las personas atendidas eran mayores de 65 años.
Así lo desgranó ayer Jon Armentia, responsable de Políticas Sociales en Gasteiz, durante la primera comisión del ramo celebrada desde el pasado 2 de marzo, que como viene siendo habitual en los últimos días se desarrolló de forma telemática. Antes del inicio de la sesión, por petición de su presidenta Elisabeth Ochoa de Eribe (PP), los concejales guardaron un minuto de silencio en memoria de las víctimas de la crisis sanitaria.
Los problemas económicos, los desajustes convivenciales, la demanda de información o un "muy significativo incremento" de las necesidades en el ámbito de la salud han sido, según Armentia, algunos de los motivos más recurrentes por los que las familias están recurriendo estos días al SMUS. La alimentación, la carencia de recursos y el alojamiento se han confirmado como sus "necesidades prevalentes", cuya demanda ha crecido "numéricamente" a medida que se ha ido prolongando la situación de confinamiento.
Según el titular de Políticas Sociales, que aportó esta información en respuesta al concejal de EH Bildu Alberto Porras, las cifran "hacen presumir" que las fuentes de provisión "de las familias se han cortado" y que, "probablemente", sus reservas "se han agotado en los casos en que se tuvieran". Armentia vaticinó como "previsible" que la actual situación tenga más efectos "a largo plazo" y aumente " las situaciones de necesidad y vulnerabilidad". Por de pronto, las Ayudas de emergencia social (AES) se han incrementado en 2,02 millones de euros, que sumados al presupuesto ya existente dispara este registro hasta los 6,6 millones. El edil, con todo, consideró que aún "es pronto" para realizar una estimación general de los gastos generados por la pandemia en este campo.
Armentia defendió la gestión de la crisis frente a las críticas de Porras, quien animó al concejal a "implementar medidas nuevas y servicios nuevos" para atender todas las realidades y descargar a un tercer sector que estos días "está haciendo cosas que debería hacer la institución". "Nos hubiera gustado que la red de servicios sociales hubiera estado mejor antes de la crisis para dar una mejor respuesta a la crisis", remarcó Porras. Cuestionado también por Gema Zubiaurre (Elkarrekin) sobre la situación del SMUS durante estos días de alarma sanitaria y altísima demanda, Armentia subrayó que el servicio "no está saturado". "En ningún momento hemos tenido esa sensación y esa carga de trabajo", replicó el representante municipal, antes de enfatizar que el SMUS ha atendido "a muchas más personas que otros recursos".
Armentia informó también de que un total de 333 unidades convivenciales fueron asistidas por primera vez por los servicios sociales de base entre los pasados 15 de marzo y 30 de abril, 63 menos que en el mismo periodo del año anterior. El crecimiento sí que se dio, por contra, en el número de expedientes reactivados por el Ayuntamiento, 359, un 22% más que un año antes (292). La atención se ha realizado y se sigue realizando de forma prioritaria de manera telefónica.
El concejal desgranó que durante estas críticas semanas ha habido un colectivo "especialmente afecto" en la crisis, las personas que han perdido su empleo y que, ante la demora en el cobro de las prestaciones del Servicio estatal de empleo (SEP), han recurrido a los servicios sociales de base solicitando apoyo. Armentia, no obstante, informó de que Políticas Sociales ha gestionado con el área de Hacienda el adelanto del pago de las prestaciones municipales de marzo y abril para hacer más llevadera la situación a las familias y que ha tramitado también la prestación de cobertura básica ante situaciones de necesidad de alimentación, también con carácter excepcional. Otra de las realidades detectadas por el Ayuntamiento se ha derivado del cierre de los colegios y la consiguiente impartición de las materias por medios telemáticos, que según Armentia "ha puesto en evidencia la brecha digital" existente entre los distintos sectores de la población. En consecuencia, los propios centros han contactado con los servicios sociales en numerosas ocasiones para facilitar el acercamiento a las familias más desfavorecidas.
Armentia avanzó también que el seguimiento activo que los servicios sociales de base están realizando durante las últimas semanas a las personas mayores anteriormente fuera de su radar, muchas de ellas solas, se va a extender ahora a las parejas mayores de 75 años. "Estamos trabajando al 140%", defendió Armentia, quien informó de que en las próximas semanas se procederá asimismo a la reactivación "progresiva" de la atención presencial.
Más atenciones. El Servicio municipal de urgencias sociales (SMUS) asistió entre los pasados días 15 de marzo y 15 de abril a un total de 335 unidades convivenciales -739 personas- residentes en Vitoria, lo que supuso duplicar la media de atenciones registrada mensualmente por este recurso a lo largo de 2019. Es una de las principales consecuencias de la crisis social y económica derivada de la sanitaria.
Necesidades. Los problemas económicos, los desajustes convivenciales, la demanda de información o un "muy significativo incremento" de las necesidades en el ámbito de la salud han sido algunos de los motivos más recurrentes por los que las familias están recurriendo estos días al SMUS. La alimentación, la carencia de recursos y el alojamiento se han confirmado como sus "necesidades prevalentes",
El concejal de Políticas Sociales defendió la gestión del Servicio de urgencias sociales a lo largo de esta crisis sanitaria.
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De incremento -en millones de euros- han experimentado durante la crisis las Ayudas de emergencia social (AES).
concejal de EH Bildu, denunció ayer la situación de los grandes centros residenciales durante la crisis sanitaria, poniendo el foco en el CIAM San Prudencio.
"Es evidente que los macro-centros son trampas mortales; no lo decimos sólo desde este grupo"