- Corría el 12 de marzo cuando Valentina, con toda la ilusión del mundo, contaba a su madre de 93 años, desde una habitación de la residencia de San Prudencio, cómo su hermana María Luisa había adelantado su vuelo de Estados Unidos para poder visitarla cuanto antes. Llegaba ese mismo jueves a la capital alavesa, así que al día siguiente, viernes, ya iba a poder estar con la segunda de sus hijas. Pero no fue posible. Cuando llegó a recepción a media tarde, la misma en la que Pedro Sánchez anunció el estado de alarma en todo el Estado, le comunicaron que no podía subir, ni un cuarto de hora. Desde esa fecha, nadie más ha podido hacerlo, aunque gracias a las llamadas y a la videoconferencias han podido mantener un mínimo contacto que les ha venido bien para verse las caras, "y eso que mi madre tiene degeneración macular y ve muy poquito", y para desahogarse de la angustia y frustración que provoca el mes y medio de confinamiento que llevamos.
Pero, como dice, "no tengo queja del personal de la residencia. Se han portado muy bien, sobre todo Nuria, una de las enfermeras, cada vez que la hemos intentado llamar y lo mismo en el Hospital Santiago, donde ha estado ingresada mi madre porque el test de coronavirus del 7 de abril dio positivo". Sin embargo, sí que hace una petición a los dirigentes políticos. "Lo que queremos es que entiendan es que si hay cosas para los que la cuerda se está aflojando, como dejar salir a los niños, o los comercios que van a empezar a abrir, ¿por qué se olvidan de los abuelos, que nos necesitan para que nos vean? Les falta recibir nuestro cariño".
Valentina recuerda con pesar que su madre es "súpersensible y todos los días antes recibía las visitas entre los turnos que hacían entre todas las hijas y sus nietos. Hay que aflojar la cuerda para que vean que los familiares estamos allí, que no nos hemos ido a ningún lado". Por ello, pide que a los usuarios que den negativo en la prueba de covid-19 les dejen ir a verlos, aunque sea una vez por semana, "y respetando todas las medidas de seguridad". En su caso, cruza los dedos para que el siguiente test de coronavirus que tienen que hacer a su madre a comienzos de mayo salga, por fin, negativo.
"Si la cuerda se está aflojando para ciertas cosas, ¿por qué se olvidan de los abuelos?"
Familiar de una persona en residencia
"La intención es que sepan que seguimos estando ahí y sacarles también mil sonrisas"
Profesora del colegio San Prudencio