VITORIA- Los datos en crudo muestran que el número de contagios por el coronavirus covid-19 en Álava y Euskadi, tras los esperanzadores datos del lunes, experimentaron el martes un acusado repunte, con 518 nuevos casos en la comunidad, 146 de ellos en territorio alavés, donde un día antes las nuevas infecciones se quedaron en 56 (los números oscilan ligeramente de un día para otro por los reajustes estadísticos). Sin embargo, el Departamento de Salud del Gobierno Vasco y Osakidetza mantienen la esperanza con respecto a la estabilización de la epidemia, según explicó ayer el director de Planificación, Ordenación y Evaluación Sanitaria, Mikel Sánchez.
La razón de su optimismo es que el martes se realizó el test del coronavirus a 1.532 personas, más que ningún otro día desde que el covid-19 llegó a Euskadi, lo que explica el repunte. Un día antes, por ejemplo, el número de pruebas ejecutadas fue de 779, y desde el inicio de la crisis se han llevado a cabo 16.990. El dato significativo, señaló, es que el porcentaje de positivos sobre las PCR realizadas se mantiene en el 33% de los últimos días. Es decir, siete de cada diez personas sometidas al test, que se efectúa principalmente entre colectivos de riesgo, como sanitarios o personal e internos de residencias de mayores, "para adelantarse a las complicaciones", no estaban infectados.
El experto explicó, en ese sentido, que Osakidetza ha puesto en marcha carpas junto a los hospitales o sistemas de recogida de muestras desde el coche de cada sanitario para garantizar tener resultados cuanto antes y poder marcar más de cerca a un virus que, debido a la lentitud de los resultados de las pruebas estándar y al largo y difuso periodo de incubación, va muchos días por delante de las autoridades sanitarias que tratan de cercarlo.
Así pues, a juicio de Sánchez, aunque "debemos ser muy prudentes", y pese a que la curva de nuevos contagios registrará "dientes de sierra" en algunos momentos, se certifica un cambio de tendencia, la esperada fase de meseta, la estabilización en la expansión de un patógeno que ha matado, a fecha del martes a las 20.00 horas, a 369 vascos, 149 en Álava. De hecho, el repunte también se experimentó ese día en el número de fallecidos, 16 más en Álava y 44 en Euskadi, frente a los diez del día anterior en el territorio alavés y los 28 del conjunto de la comunidad.
Sánchez explicaba este incremento por el "empeoramiento" en el estado de salud de aquellas personas que se infectaron hace ya muchos días. "El periodo de incubación puede durar hasta dos semanas", advirtió el doctor, que por otro lado anunció que se ha dado el alta y dado por recuperadas a 2.165 personas.
En todo caso, y aunque "nadie puede asegurar que no vuelvan a aumentar los contagios", el Gobierno Vasco mantiene "la esperanza de que todo esto se vaya confirmando en los próximos días y se descongestione el sistema".
En ese sentido, en Txagorritxu, el ojo del huracán del covid-19 en Euskadi, "ya hay un volumen importante de camas libres". Así, la presión sobre el sistema sanitario "se modera" en el lugar donde el virus hizo estragos y al que llegó en primer lugar, lo que también explica que sea allí donde la situación se estabilice con más rapidez. Hay más camas libres en la UCI (el martes había 39 personas en cuidados intensivos y se dieron 4 altas de las 8 registradas en todo Euskadi) y también en planta, con 339 personas hospitalizadas por el covid-19 en el centro vitoriano.
También disminuye la presión en las urgencias de los hospitales vascos, tras unos primeros días de mucha actividad y una vez que esta semana los enfermos con síntomas respiratorios han sido derivados a centros de salud de referencia en cada territorio, una medida que ya se implantó inicialmente en Álava hace varios días.
Tal y como explicó el pasado martes la consejera de Salud, Nekane Murga, si la expansión de la epidemia se va estabilizando en Euskadi ha sido gracias al aislamiento de la población, que dos semanas después de su inicio empieza a dar resultados. Por ello, ayer el doctor Sánchez agradeció el esfuerzo de la ciudadanía e insistió en la necesidad de mantener el confinamiento, de lavarse las manos minuciosamente y de limpiar bien las superficies. "No debemos bajar la guardia, sentenció.