- Otro de los colectivos que están trabajando y garantizando la salubridad en los pueblos y ciudades es el servicio de recogida de residuos. A ellos les cabe la responsabilidad de mantener libres y listos los contenedores cada noche, pero las nuevas tecnologías permiten a estos trabajadores realizar ese trabajo con seguridad y comodidad, desde las cabinas de los vehículos.
El nuevo servicio de recogida de residuos que trabaja en Rioja Alavesa, Urbaser, recorre casi silenciosamente la noche de la comarca, pueblo a pueblo, vaciando los contenedores y dejándolos listos para que al día siguiente los vecinos puedan dejar sus bolsas de basura doméstica.
Hasta el momento, el servicio no se ha resentido por el confinamiento a causa del Covid-19. De hecho, desde la Cuadrilla de Rioja Alavesa, el gerente, Vidal Olavarrieta, destacaba que "en estas fechas el trabajo que realizan es normal y su funcionamiento ha sido impecable". Explicaba que no se ha producido ninguna incidencia en ningún pueblo, aunque no se descarta que a lo largo de los próximos días se comience a notar una mayor presencia de voluminosos en los puntos de recogida "ya que parece ser que hay muchas personas aprovechando estos días para organizar trasteros y retirar objetos", según se comentaba en Laguardia y otras localidades. Sin embargo, uno de los servicios que también se gestionan desde la Cuadrilla, como es la retirada de vidrio, los contenedores verdes, sí que se verán afectados en las próximas semanas.
El pasado miércoles, el vehículo que realiza periódicamente ese servicio de retirada de vidrios dio el paseo por la comarca y vació los contenedores. Sin embargo, los responsables de la logística que lleva a cabo esta actividad ya han avisado que la próxima vez que acudan a retirar los cascos lo harán más tarde de lo habitual, que van a reprogramar las frecuencias y servicios. ¿La razón? Pues que buena parte de los vidrios que se depositan en estos contenedores proceden del sector de la hostelería. Bares, restaurantes y bodegas son los mayores consumidores de envases de cristal y el hecho de permanecer cerrados a causa del confinamiento provocará un gran descenso de cristal para reciclar, sencillamente porque no hay consumidores por el cierre de establecimientos. Las estimaciones que se realizan es que los camiones volverán a retirar esos residuos en el plazo de dos o tres meses, ya que se duda que antes puedan estar llenos para que sea rentable el viaje del camión.
En cuanto a los residuos sólidos urbanos, la llamada fracción resto, las basuras domiciliarias, éstas se retiran con los novedosos camiones y los novedosos contenedores que ya están en toda la comarca. Estos camiones dotados de innovadores recursos tanto en lo que se refiere a la prevención de la contaminación como a la eficiencia en su trabajo, que evitan malos olores y exceso de ruido, son los encargados de ir pueblo a pueblo, desde las cuatro de la mañana, vaciando los contenedores y dejándolos listos para un nuevo uso por parte d ellos vecinos y empresas.
En Rioja Alavesa hay destinados tres camiones, perfectamente identificables con los logotipos y el nombre de la Cuadrilla de Rioja Alavesa, que es la administración de la que dependen tras la adjudicación de ese servicio por un importe de 443.215 euros anuales. Los atienden tres trabajadores que se van turnando y un encargado, José Antonio Manzano, que se encarga de velar por la comprobación del trabajo realizado. Con el confinamiento "se ha notado un descenso en la cantidad de residuos", relata el encargado. Según lo que comentan los conductores, también encargados de descargar los vehículos, "ahora hay muchos más envases vacíos, lo que demuestra un cambio en hábitos de compra y de vida a causa del confinamiento".
Cada camión es gestionado por una sola persona, que tiene medios de seguridad en caso de tener que salir del camión por alguna razón, aunque inicialmente no hay nada que le obligue a ello, ya que el enganche, elevación y vaciado del contenedor se realiza desde los controles que hay en la cabina. Esta es una de las virtualidades de los nuevos camiones de Urbaser, ya que hasta no hace mucho tiempo eran dos o tres las personas que tenían que ir en cada camión y accionar la retirada de residuos por medio de medios mecánicos ubicados en el exterior.
Estos camiones, una vez realizada la recogida de los residuos se desplazan hasta Vitoria, a Jundiz, donde proceden a descargar y dejar listos los vehículos para el día siguiente. Para pasar esas horas de inactividad pasan la tarde y parte de la noche bien en el polígono de La Portalada, en Logroño, o en Haro. En cualquier caso, en los dos puntos de referencia de entrada y salida de la comarca.
Respecto a los demás residuos, los envases de vidrio son transportados a Logroño y los voluminosos a Vitoria. En ambos casos se ha notado la reducción de volúmenes, pero se espera que en los próximos días haya un repunte de los segundos, previsiblemente con el fin del confinamiento, para evitar los problemas de limitación de presencia en la calle.
Situación. La recogida de los residuos sólidos urbanos en el territorio histórico se está desarrollando con normalidad pese a la situación de excepción impuesta por el Gobierno central para tratar de combatir la propagación del Covid-19.
Cambios. Los contenedores de vidrio están más vacíos de lo habitual, al estar cerrado los locales hosteleros, que son los grandes consumidores de ese tipo de envases. También se ha detectado un repunte de los voluminosos durante estos días.