VITORIA - Además de una emergencia sanitaria derivada por el coronavirus, el territorio alavés tendrá que hacer frente a otra económica. Con el fin de "contener" las consecuencias de esta pandemia en la economía, la Diputación presentó ayer una serie de medidas fiscales para que las familias, empresas y autónomos tengan "más liquidez" y "más capacidad" para afrontar estos cruciales primeros meses que, como gran novedad, ofrecerán a los autónomos suspensiones fraccionados del pago IRPF del primer y segundo trimestre.
"Estas son las primeras medidas, pero habrá más, ya que en estos momentos están encima de la mesa, para su análisis más detenido", destacó el diputado general de Álava, Ramiro González. No en vano, desde la institución foral se está trabajando "para atender los problemas de cada persona, de cada alavés y de cada alavesa afectada por esta crisis, y también estamos trabajando en medidas que ayuden a paliar las dificultades por las que van a pasar cada autónomo, cada pequeña y mediana empresa y cada gran empresa también, de las que emplean miles de personas en Álava".
El objetivo de esta batería de incentivos fiscales es que entren en vigor de manera "inmediata", por ello a lo largo de esta jornada, estas medidas se llevarán a un Consejo de Gobierno foral extraordinario para que se aprueben "con carácter de urgencia" y se remitirán "de inmediato" a las Juntas Generales para su convalidación en una comisión permanente.
En concreto, para facilitar la liquidez de los autónomos, de las pequeñas y medianas empresas y de las familias alavesas, se ofrecerá la posibilidad de agilizar las devoluciones y pagos de la Hacienda foral a los contribuyentes, tanto personas físicas como jurídicas. Así, las ayudas buscan facilitar los aplazamientos y fraccionamientos de pagos a Hacienda, retrasar el pago de impuestos e incluso suspender los pagos fraccionados de IRPF a los trabajadores autónomos de este primer y segundo trimestres de 2020, en este último caso, como matizó González, "ya que pertenecen a uno de los colectivos más afectados". Es por ello que "esta medida excepcional supondrá un coste estimado de 16,5 millones de euros en el año 2020 y beneficiará casi a 16.800 autónomos".
Asimismo, también se concederán aplazamientos y fraccionamientos sin intereses de demora y sin garantía; se suspende o prorroga el inicio de los procedimientos tributarios y se ampliará el plazo voluntario de presentación de autoliquidaciones. Además, se retrasa el pago de deudas tributarias, en el caso de autónomos y pequeñas empresas. Aparte de este retraso o suspensión de los pagos, la Hacienda alavesa hará "un esfuerzo extra" para agilizar las devoluciones del IVA a las empresas. Además, se tratará de mejorar el pago medio a los proveedores, que actualmente se sitúa de media en 19,47 días.
La Diputación también ha tenido en cuenta la situación que esta emergencia sanitaria va a ocasionar a las familias alavesas. En este sentido, aunque la campaña de la Renta presencial se ha decidido retrasar hasta septiembre, lo que sí que se van a mantener son los plazos habituales de la modalidad Rentafácil, es decir, el envío de los modelos preconfeccionados a los domicilios. De esta forma, aquellos contribuyentes que estén de acuerdo con esta liquidación, podrán aceptar su borrador por teléfono o por Internet.
La novedad será que en las declaraciones negativas, es decir, las que salen a devolver, podrán cobrarse en un plazo máximo de 48 horas, mientras que si son positivas (a pagar), los contribuyentes podrán realizar el abono hasta noviembre. "En definitiva, vamos a facilitar la liquidez de las personas y de las empresas, retrasamos y facilitamos los pagos a Hacienda y adaptamos las cantidades a cobrar por la ciudadanía y las empresas, es decir, si la Diputación tiene que pagar, lo hará antes y si tiene que cobrar, lo hará más tarde", subrayó el regidor de Álava.