Vitoria. Los casos de contagios de coronavirus en Euskadi no paran de aumentar y la crisis amenaza la celebración de las elecciones vascas. Ya son 261 los afectados, la mayoría en Álava, donde están cerrados los centros educativos en Vitoria y otros municipios, una suspensión que este miércoles se ha extendido a Balmaseda, en Bizkaia.
Hace una semana, el 4 de marzo, en Euskadi había 21 infectados por el COVID-19, uno de ellos fallecido, y 7 hospitalizados.
Ahora son 261 contagiados, 201 de ellos en Álava, 51 en Bizkaia y 9 en Gipuzkoa. 102 están hospitalizados y los muertos con coronavirus son 7, el último un hombre de 86 años con patologías previas que ha fallecido en Gipuzkoa.
Vitoria y Labastida son consideradas zonas de transmisión comunitaria alta junto con la Comunidad de Madrid y La Rioja. Desde ayer no hay actividad docente, al menos hasta el 23 de marzo, y también se han suspendido numerosos actos públicos y culturales y prohibidos los eventos cerrados de más de 1.000 personas.
Hoy la suspensión de clases ha llegado a Bizkaia, concretamente al municipio de Balmaseda, donde el Gobierno Vasco ha ordenado el cierre de los centros educativos debido a la especial incidencia de la epidemia.
También el Departamento de Salud ha acordado la suspensión docente en los centros de otros 15 municipios de la Rioja alavesa.
Y este continuo aumento de casos y de focos del coronavirus planea sobre las elecciones autonómicas del 5 de abril y la campaña electoral.
El lehendakari, Iñigo Urkullu, ha anunciado que el Gobierno Vasco está analizando jurídicamente sin con esta crisis se pueden mantener los comicios, aunque su suspensión es una decisión que corresponde a la Junta Electoral Central.
Urkullu ha aclarado que en todo caso la campaña electoral se regiría "por la misma normativa que cualquier otro acto de carácter social, cultural o deportivo", en los que ya se han tomado decisiones que los prohíben en función de su aforo.
Ha anunciado la constitución de un "fondo institucional de urgencia" dotado de 300 millones de euros, que se dirigirá a reforzar el sistema sanitario y el educativo, y a apoyar a las familias, a las empresas y el empleo.
Y mientras este miércoles se han sucedido las cancelaciones de diversos eventos deportivos y culturales por todo el País Vasco y se ha suspendido la OPE de la Ertzaintza y Policías Locales que se iba a celebrar este sábado.
Las trabajadoras subcontratadas de la limpieza de centros dependientes del Departamento de Educación y de la UPV/EHU que estaban en huelga han vuelto a sus puestos de trabajo "obligadas por las circunstancias" al establecerse unos servicios mínimos del 100 % debido al coronavirus.
La Federación Vasca de Fútbol ha suspendido todos los partidos de las competiciones que son de su competencia, San Sebastián cierra desde mañana los hogares de jubilado y Llodio ha prohibido las actividades municipales para la tercera edad.
También el poder judicial ha acordado dejar en manos de los jueces la decisión de suspender las actuaciones previstas en los juzgados.
Y en Vitoria, la capital vasca más afectada, el miércoles parece un domingo por la escasa actividad que se ve por las calles. Las farmacias están desabastecidas de mascarillas sanitarias por las masivas compras de días anteriores y porque los distribuidores no dan abasto para suministrarlas.
Y el turismo es prácticamente inexistente en la capital alavesa. Reservas canceladas y viajes postergados a fechas más lejanas se han sucedido estos días.
Carmen y Manolo, una pareja de Sevilla, son de los pocos visitantes que se han atrevido a pasear por sus calles. No han querido renunciar a un viaje que tenían programado pero eso sí, lo hacen de incógnito, para no preocupar a su familia, y extremando al máximo las medidas de prevención.