MAEZTU - Por quinto año consecutivo, el Ayuntamiento de Maeztu ha logrado estar presente en el programa 2020 de Auzolandegiak, los campos de voluntariado juvenil de la CAV, manteniendo de esta forma la iniciativa municipal de recuperar el poblado minero de la fábrica de asfaltos de San Ildefonso, en Korres.

Este proyecto, junto con otro presentado por el Ayuntamiento de Llodio referido a la recuperación ambiental del calero, nevera y sendas del entorno del santuario de Santa María del Yermo, conforman las propuestas alavesas aceptadas en este programa del departamento de Empleo y Políticas Sociales, que se ejecuta por medio de la dirección vasca de Juventud.

En lo que se refiere al poblado minero de Korres, un total de 18 jóvenes mayores de 18 años, procedentes del País Vasco, pero también de otras regiones del Estado, acudieron el año pasado para trabajar en la recuperación de este poblado donde los voluntarios veraniegos han trabajado ya cuatro años para rescatar de la maleza el espacio, que fue uno de los lugares donde trabajaron numerosos vecinos al menos entre los años 1858 hasta 1913, cuando fue abandonado.

El objetivo que se marcaron el año pasado fue mantener la labor de "recuperar y limpiar el interior de un gran edificio, donde primero se ha tenido que realizar una importante limpieza mecánica de matorrales, tierra y piedras. Después hemos comenzado a sacar los suelos y limpiar los muros", según explica Raúl Leorza, arqueólogo y coordinador en la última campaña. En aquella ocasión, aparecieron más materiales de la vida cotidiana en ese lugar que en otras convocatorias, como restos de platos y un cuchillo oxidado, aunque lo que se busca es rescatar los muros, ya que al finalizar esa campaña se llevó a cabo una jornada de albañilería para proteger lo excavado, una acción que se pudo acometer gracias al apoyo financiero de la Fundación Vital.

Korres y la fábrica de asfaltos se encuentran en el centro del parque natural de Izki, rodeadas por montes y riscos, y situadas en un pequeño valle. Ahí está la fábrica de asfaltos de San Ildefonso o Gustaldapa. Los inicios de la fábrica de asfaltos datan del siglo XIX. Desde el año 1858 hasta el 1913 estuvo en funcionamiento. Durante estos 55 años se convirtió en la primera y mayor explotación de asfaltos del Estado, un complejo minero y fábrica de panes y losetas de asfalto compuesto por ocho edificios y varios patios o espacios abiertos de tránsito

Hasta hace cinco años la zona estaba cubierta por la maleza, pero tras cuatro campos de trabajo y los reconocimientos realizados por la zona se han ido rescatando habitaciones y una fachada. El objetivo que se persigue es tratar de rescatar la mayor superficie posible, documentarla y mantenerla limpia de maleza como un recurso turístico o de estudio etnográfico. Para ello, el Ayuntamiento ha contado con el apoyo del Gobierno Vasco, a través del Instituto de la Juventud, y con el respaldo de la Diputación. Y, desde hace dos años, con el de Fundación Vital.