Vitoria - La lucha contra el cambio climático tiene muchos frentes. Un problema global debe siempre afrontarse también, o sobre todo, desde lo local, y en Álava hasta el pueblo más pequeño tiene en su mano la posibilidad de aportar su grano de arena para avanzar hacia un entorno más sostenible.

Para animar a las entidades locales a dar el paso, la Diputación Foral de Álava lanzará a lo largo del mes de marzo una convocatoria de ayudas dirigida específicamente al impulso de acciones de sostenibilidad energética, con una dotación económica de 190.000 euros para el presente año y el próximo -40.000 euros en 2020 y 150.000 euros en 2021-. Será, además, la primera convocatoria con la que la institución alavesa estrenará el nuevo sistema de tramitación exclusiva on line, por lo que las entidades locales sólo podrán solicitarlas a través de la sede electrónica de la Diputación. Un cambio que en el palacio foral esperan implementar posteriormente en más trámites de diversa índole.

Una vez se publique la convocatoria en el Boletín oficial del territorio histórico de Álava (Botha), los ayuntamientos y juntas administrativas del territorio dispondrán de un mes para completar su solicitud.El departamento de Medio Ambiente y Urbanismo mantiene durante los últimos años esta línea de ayudas a municipios y concejos para actuaciones destinadas a la gestión energética eficiente de instalaciones, edificios y equipamientos públicos, como la instalación de calderas de biomasa, junto al fomento del aprovechamiento de las fuentes de energía renovables -solar, térmica, minieólica, geotermia, minihidráulica o la citada biomasa-. También se subvencionará la instalación de equipos de monitorización y control remoto destinados a adecuar la energía consumida a la demanda real.

Además, desde 2018 la subvención posibilita acciones relacionadas con la movilidad eléctrica, mediante una línea de ayudas específica para la compra de coches eléctricos y la instalación de puntos de recarga para los vehículos enchufables, ya sean coches o bicicletas eléctricas. Otras actuaciones subvencionables por el área foral de Medio Ambiente incluyen la elaboración de auditorías energéticas, la obtención de certificados de eficiencia energética o el inventario energéticos de edificios y equipamientos, entre otras.

Estas ayudas forales para lograr unos pueblos más sostenibles propiciaron el año pasado que quince entidades locales pudieran poner en marcha otras tantas actuaciones por un valor total de 147.147 euros.

últimas medidas Entre las medidas destaca la instalación de una caldera de biomasa en el centro de salud de Zigoitia por parte de su Ayuntamiento, además de la creación de un punto de recarga para vehículos eléctricos en el aparcamiento de la casa consistorial. Otro consistorio alavés, el de Campezo en este caso, se benefició también de una subvención foral para instalar un punto de recarga, no sólo para vehículos a motor enchufables sino también para bicicletas eléctricas. Disponer de un punto de recarga eléctrico fue también el motivo por el que ayuntamientos como el de Labastida y concejos como el de Ibarguren solicitaron (y recibieron) el año pasado una aportación económica del departamento de Medio Ambiente y Urbanismo.

La línea foral de 2019 para favorecer las energías renovables incluyó también una ayuda para que el Ayuntamiento de Laudio adquiriera un motocarro eléctrico, mientras en Amurrio y Arrazua-Ubarrundia sus ayuntamientos han instalado nuevos equipamientos solares para impulsar el autoconsumo en recintos municipales. Otras entidades locales que recibieron el año pasado una subvención foral fueron los ayuntamientos de Asparrena, Dulantzi, Elburgo, Agurain, San Millán, Iruraiz-Gauna, Zalduondo y Peñacerrada. En los ocho casos el dinero se destinó a la realización de auditorías energéticas en edificios municipales y el posterior desarrollo de planes de actuación para ahorrar energía en los mismos.

Hace dos años, estas mismas ayudas sirvieron también para que Llodio instalara dos puntos de recarga en el almacén municipal para cargar dos furgonetas eléctricas, destinadas a la brigada municipal de obras y mantenimiento de la localidad. Antoñana implantó igualmente una estación de carga, mientras Okondo, e Iruña Oka adquirieron sendos vehículos eléctricos.

Además, Kontrasta y Sabando y el Ayuntamiento de San Millán recibieron ayudas para la implantación del sistema denominado District Heating, para el suministro de agua caliente sanitaria y calefacción a distintos edificios a partir de una planta central. Lapuebla de Labarca realizó una auditoría energética del alumbrado público; Zalduondo, Campezo y las juntas administrativas de Anda, Arroiabe, Sarria y Maturana instalaron farolas solares, mientras Sarria pidió la subvención para instalar un sistema de energía solar fotovoltaica en su molino.